Para 2022 el Fondo Monetario Internacional corrigió al alza la estimación de crecimiento de la región, mientras que para 2023 revisó a la baja su previsión, en ambos casos en una décima, por el impacto de la inflación y el endurecimiento de la política monetaria.
Las condiciones de crédito más estrictas, una inflación persistente y la desaceleración de economías clave para el comercio oscurecen el panorama de América Latina, informó este martes el FMI, que revisó sus previsiones globales por la guerra en Ucrania y los resabios del COVID-19.
En su informe Perspectivas de la Economía Global, el Fondo Monetario Internacional indicó que el PIB de América Latina y el Caribe crecerá un 2,5% en 2022 y en 2023, una moderación de la recuperación tras la crisis generada por el coronavirus y que está expuesta a riesgos crecientes.
La cifra, que responde en buena medida a recortes de las previsiones para China y Estados Unidos, supone una baja de 0,5 puntos porcentuales frente a la estimación del FMI de octubre pasado, cuando la guerra en Ucrania no había comenzado. Frente al informe anticipado de enero, los cálculos apenas cambiaron.
La invasión de las fuerzas rusas a Ucrania en febrero desató otra crisis humanitaria en el mundo y disparó los precios de la energía y los alimentos, lo que añadió más presión sobre las economías latinoamericanas.
"Si bien hay menos conexiones directas con Europa, se espera que de todas formas la región se vea impactada por la inflación y los ajustes de política monetaria", dijo el FMI en un comunicado.
En las economías emergentes, "los aumentos de precios de la energía y los alimentos podrían elevar significativamente los riesgos de conflictos sociales", agregó.
El FMI alertó en particular por los incrementos de tasas de interés que buscan regular la inflación y que van en línea con el ciclo de ajuste iniciado este año por la Reserva Federal de Estados Unidos.
Los bancos centrales de Brasil y México están restringiendo con fuerza los términos de financiamiento, con bruscas alzas de tasas que arriesgan la capacidad de consumo y de acceso al crédito, señaló el Fondo en su reporte.
El FMI dijo que espera un crecimiento del PIB de Brasil de un 0,8% en 2022 y de un 1,4% el próximo año; en tanto que en México -donde pesan las perspectivas de su mayor socio comercial, Estados Unidos- vería una expansión de un 2% y un 2,5%, respectivamente.
En el punto inflacionario, el FMI estima que Argentina y Venezuela, dos de los países con mayores tasas de inflación del mundo, cerrarán el año con un alza de precios del 51,7% y el 500%, respectivamente. Cabe destacar también que la institución multilateral proyecta que Venezuela registre un crecimiento del PIB del 1,5% tanto en 2022 como en 2023.
El organismo, que tiene su sede en Washington, llamó a la cautela en el retiro de las ayudas por la pandemia, ya que la recuperación de la emergencia sanitaria ha sido lastrada por la disparidad social y la falta de infraestructura crítica en la región.