El camino hacia la ejecución de esas nuevas estrategias es el trayecto más largo y difícil por el número de variables que se pueden presentar.
Los consumidores de la actualidad son más exigentes que los de antes, por lo que las empresas tienen que buscar nuevas estrategias que eleven su nivel de satisfacción, pero ¿qué hacer en específico?
La mayoría de los gerentes y directores, tienen la creencia de que la formulación de nuevas estrategias es el paso más complicado en una cadena de cambio; sin embargo, la formulación es solo el primer escalón, y si bien puede representar todo un reto construir medidas de renovación, el camino hacia la ejecución de esas nuevas estrategias es realmente el trayecto más largo y difícil por el número de variables que se pueden presentar.
“Normalmente cuando la empresa define una nueva estrategia, el director general la presenta al resto del equipo explicando en qué consiste y los objetivos a lograr, y con esto se espera que toda la empresa se ponga a trabajar para lograrlo; lamentablemente esto no sucederá, a menos que todos tengan realmente claro que tienen que hacer y como lo van a ejecutar, de lo contrario la cotidianidad actual reinará y la estrategia no se llevará a cabo”; comentó Ivette de Jacobis, Experta en resultados con Bienestar Personal.
Añade que para poder llevar esa estrategia y liderazgo, es importante tomar en cuenta que se van a requerir cambios de comportamiento y hábitos de toda la organización.
Las claves
Parta sincronizar la cotidianidad del trabajo diario actual con los nuevos objetivos y que así se pueda traducir la estrategia, se requiere hacer lo siguiente:
1. Comunicar la nueva estrategia y objetivos de manera efectiva a todos los colaboradores, definiendo de manera sencilla la visión de la estrategia, las metas, las prioridades para lograr esos objetivos y los responsables con de cada acción.
2. Revisar el organigrama de la empresa, tener a las personas adecuadas en el equipo correcto para lograr trabajo eficiente.
3. Definir qué objetivos cumplirá cada equipo, y dentro el equipo priorizar en los mismos, diferenciando lo importante de lo urgente.
4. Crear un tablero, donde todos puedan ver qué metas se van cubriendo, y cuáles quedan por lograr.
La importancia de los líderes en el proceso
El cambio de hábitos y comportamientos no es una tarea menor. La mayoría de las personas crean rutinas para sentirse más tranquilos y con seguridad, por lo que al modificarlas se produce estrés. La mejor forma de evitarlo es tener apoyo y seguimiento. El colaborador debe sentirse acompañado en esta transición, y los líderes, son las personas indicadas para ello.
Los líderes deberán aterrizar la estrategia a acciones cotidianas para fomentar su repetición sencilla, resolver las dudas que surjan en el proceso de aprendizaje, revisar los avances en la implementación, retroalimentar en las áreas de oportunidad y dar seguimiento a la productividad de cada nuevo proceso.
Con base en los nuevos hábitos y conductas propuestas, se deben establecer metas que funcionen como marcas de avance durante el periodo de ajuste. Sobre la cantidad de metas que deben estimarse, según la Ley de los Rendimientos Decrecientes, citada por Cris McChesney en “Las 4 disciplinas de la ejecución”, se propone que mientras el número de metas sea menor, ya que es más factible que se cumplan.
- Se establecen de 2 a 3 metas: se logran 2 o 3 metas.
- Se establecen de 4 a 10 metas: se logran 1 o 2 metas.
- Se establecen de 11 a 20 metas: no hay logro.
Actualmente el activo más importante de las empresas es el Capital Humano, pensar en un cambio de 180 grados en la estrategia de la empresa, representa un cambio de 180 grados en cada uno de los colaboradores. Entender y atender este cambio, llevará a mejores resultados en la organización, tanto desde la óptica de la productividad como en el apartado de bienestar emocional en los empleados.
“En el caso del acompañamiento, se recomienda que el líder dé un seguimiento puntual a las prioridades a través de reuniones semanales y en reuniones individuales con las personas de su equipo, para definir las metas de ese día o semana, el accionar necesario para su logro, así como para identificar desviaciones o posibles problemas y atacarlos a tiempo.”, concluyó Ivette de Jacobis.
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