Expertos analizan las posibilidades en la última Conferencia Anual de la Asociación Internacional de Comunicación.
En el juego del amor, dicen, todo vale. Y es que si el futuro amoroso depende de algún sitio de citas, de un slide a la izquierda o uno a la derecha, más vale que la primera impresión sea buena.
Si la felicidad depende de la tecnología, definitivamente hay que acicalarse y buscar un buen fotógrafo. Se va a necesitar.
Un paper de la Universidad de Connecticut -dado a conocer durante la última Conferencia Anual de la Asociación Internacional de Comunicación- se enfoca en la eterna duda para cualquier ser digital: ¿es mejor una foto espontánea o una imagen más producida? ¿Cómo reaccionan los hombres y mujeres cuando ven una foto bien iluminada de una persona bien peinada, vestida, con el maquillaje o afeitado adecuado?
Rory McGloin, Amanda Denes y Olivia Kamisher invitaron a 305 participantes identificados como heterosexuales en edades entre los 17 y los 36 años. A las mujeres les mostraron una foto elegida al azar de un total de cuatro imágenes de un mismo hombre. Los hombres fueron expuestos al mismo experimento, pero viendo fotos de mujeres.
Las fotos presentaban dos tipos diferentes de imagen:
- Foto Producida: tomada con una luz especial, con el sujeto peinado y maquillado para verse más lindo.
- Foto Normal: una foto con luz promedio, sin maquillaje ni peinado.
Posteriormente, los participantes fueron consultados en torno a los perfiles de atractivo físico, confiabilidad y el deseo de tener una cita con la persona de la foto.
¿Los resultados?
- Las mujeres consideran más atractivo y más íntegro o confiable a los hombres que aparecían en fotos más producidas.
- Los hombres consideraban que las mujeres de las fotos producidas eran más atractivas y que les generaban un mayor deseo de tener una cita con ellas. Sin embargo, al mismo tiempo consideraban menos confiables a esas personas.
Rory McGloin enfatiza que “la confianza es una parte importante de cualquier relación y, ciertamente, juega un rol importante en el establecimiento de nuevos lazos sociales en el contexto de las citas”. Pero añade que les parece llamativa la relación confianza-atractivo en el caso de los hombres, quienes a mayor atractivo perciben de la foto, menor es su confianza.
“Este hallazgo provee evidencia empírica del concepto de cat-fishing o ser engañado por alguien que finge ser otra persona y del amplio fenómeno que rodea las citas online” subraya McGloin.
Su sentencia al respecto, resulta penosa para los que buscan la verdad y nada más que la verdad, pero muy buena para los estrategas comunicacionales: “Parece ser normal y aceptable inducir a error o engañar a los o las potenciales pretendientes en este tipo de sitios”.
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