El jefe de la bancada oficialista, senador Fernando Bezerra, dijo que el decreto presidencial temporal 876 -que necesita la aprobación del Congreso antes del lunes- no será sometido a votación antes de esa fecha.
Brasilia.- El Congreso de Brasil derrotó un intento por debilitar las leyes que protegen la selva amazónica y otros biomas, al negarse a votar un decreto impulsado por el presidente Jair Bolsonaro y algunos legisladores de derecha que contaba con el apoyo de grandes compañías agrícolas.
El jefe de la bancada oficialista, senador Fernando Bezerra, dijo que el decreto presidencial temporal 876 -que necesita la aprobación del Congreso antes del lunes- no será sometido a votación antes de esa fecha.
El decreto fue enviado al Congreso por el expresidente Michel Temer, pero fue adoptado por Bolsonaro y muchos del poderoso grupo de presión agrícola del país. La medida habría ampliado en un año el plazo para que los latifundistas cumplan con el requisito de mantener o replantar el mínimo de áreas forestadas en sus propiedades.
Los legisladores, sin embargo, agregaron previamente este año enmiendas que críticos dicen que en la práctica convirtieron al decreto en una amnistía para los terratenientes que han deforestado colectivamente cerca de 5 millones de hectáreas (12,35 millones de acres) en los últimos años, un área un poco más pequeña que Costa Rica.
Algunas compañías agrícolas, preocupadas por la mala imagen que tendrían los productos brasileños en el exterior luego de la debilitación de la ley, criticaron la amnistía y se sumaron a los ambientalistas en la "Coalición Brasil: Clima, Bosques y Agricultura".
Bolsonaro ha trabajado por debilitar los controles ambientales para facilitar las actividades agrícolas y mineras en el país desde que asumió el poder el 1 de enero.
Ecologistas dicen que eso amenaza la selva tropical amazónica, considerada por científicos como la mejor defensa de la naturaleza contra el cambio climático, debido a que los árboles absorben enormes cantidades de gases de efecto invernadero.