El director del Programa de formación de directivos hospitalarios de la española Universidad Pompeu Fabra (UPF) llega a Chile para presentarse en eI I Foro del Cluster Salud, organizado por AméricaEconomía Conferencias.

A medida que los sistemas de salud se vuelven más complejos en todo el mundo, surge la necesitad de profesionales que conozcan tanto de administración como de salud, lo que no es fácil.

Aunque en general los hospitales son gestionados por doctores, suele haber cierta pugna cuando se anuncia que profesionales del mundo de los negocios liderará algún recinto hospitalario. Sin embargo, el que los médicos lleven la delantera en la carrera a liderar, no quiere decir que tengan que seguir el mismo camino, pues la tendencia parece indicar que el hospital del futuro será en gran medida liderado por un profesional con varias habilidades y conocimientos, alguien del mundo de la salud con conocimientos de administración.

A propósito de esta nueva realidad, el ingeniero industrial Francesc Moreu, quien desde 1982 ha ocupado cargos de gran responsabilidad en la organización del sistema de salud en España, habló con AméricaEconomía pronto a presentarse en el panel “Hospitales del futuro: ¿qué tan cerca estamos?” del I Foro del Cluster Salud organizado por AméricaEconomía Conferencias, que se llevará a cabo del 27 al 28 de mayo en Santiago de Chile.

De acuerdo con Moreu, el que los profesionales de la salud sean cada vez más conscientes de que deben prepararse para administrar viene de la mano que “en la mayoría de los países esto ha sufrido una evolución, por ejemplo, cuando se trata de hospitales públicos convencionales, se ha colocado al frente en primera instancia a gerentes generales de éxito en otros sectores de actividad para que implanten un modelo de gestión empresarial”.

Esta medida, según Moreu, tendría dos fases. La primera, en que “se busca en el mercado personal capacitado para que administre los hospitales como empresas” y una segunda etapa, “cuando paralelamente se forman los profesionales médicos, quienes asumen la gerencia general”.

Sin embargo, el escollo de los hospitales públicos, advierte el directivo de la UPF, es la baja remuneración, que impide atraer buenos profesionales.

-¿Quién podría gestionar mejor un hospital: un doctor o un administrador?

Tienen que ser médicos con un buen conocimiento de su profesión y además con el reconocimiento de sus pares. Los médicos que deciden no hacer clínica y derivar al mundo de la gestión no son nunca reconocidos por sus compañeros profesionales, porque dicen que no son médicos, sino médicos vendidos a menos y, por lo tanto, no tienen este respeto. Pero también es verdad que un médico que decide ir hacia la gestión entenderá que inicia una carrera profesional, que es como ser cardiólogo o neumonólogo y con todo lo que esto quiere decir.

Hay una tendencia en que en la mayoría de las facultades de medicina del mundo se les está enseñando a los alumnos de último año sobre gestión hospitalaria, porque son los verdaderos gestores de las clínicas.

Lo ideal sería alguien que viene de la medicina, porque el negocio fundamental es curar y cuidar, y quienes lo saben muy bien son los médicos. Es más fácil formar a un doctor como gestor que viceversa.

-Usted recomienda en una primera etapa integrar a un administrador externo quien esté al frente de los recintos de salud y luego pasar esta posición a un doctor, ¿cómo debería ser este proceso?

Lo que pasa es que en las primeras etapas yo recomiendo colocar gestores de otros ámbitos para que ordenen el funcionamiento, que vean la parte empresarial: cómo funciona la hotelería, la logística, la función de personas, y la parte económica y financiera. Y cuando esto esté en orden puede acceder a la gerencia un médico, porque estas cosas ya no son el problema, de ahora viene el problema de curar y cuidar, y esto es lo que ellos conocen.

-¿Cuánto tiempo debería estar al frente el gerente en una primera etapa?

Si tomo en cuenta lo que pasó en España, que es una referencia válida, debería durar entre cinco y 10 años, que es el tiempo para que se vayan formando los doctores. Pero el problema es que en la mayoría de los países cambia el gobierno y cambian los gestores, porque no es un puesto profesional sino de confianza política. Y de lo que se trata es formar a gestores que realmente opten por esta vía profesional.

Para que se pueda hacer gestión, sea quien sea el director general de la clínica, es necesario que los jefes de servicio estén formados para la gestión clínica. No puede haber pugna entre lo que piensa el director general y lo que creen los jefes de servicio. Por lo tanto, este es un proceso complejo. Primero, deben estar al frente gerentes del mundo empresarial, luego formar a profesionales que quieran coger esta línea de futuro y formar a los jefes de servicios para que entiendan que la gestión clínica es un proceso de 10 años.

-¿Existe reticencia entre los doctores por dedicarse a la gestión?

Sí. En Chile, por ejemplo, el poder médico es muy alto, porque hay pocos y se ganan muy bien la vida. Por eso nadie quiere ser médico de atención primaria, todo el mundo quiere ser cardiólogo de Las Condes. Hay pocos que se ganan muy bien la vida y por eso no hay tendencia a irse hacia la gestión. Ese es un problema que hay que ver en su conjunto.

Hay otra realidad muy relevante también. Para que se puedan gestionar los hospitales públicos deben salir del derecho público y ampararse en el derecho privado, es decir, que la propiedad continúe siendo público pero que el funcionamiento se rija por los mismos términos que en Las Condes. Yo no entiendo cómo todavía no se han separado del Ministerio los hospitales públicos y se han puesto bajo de la empresa pública.

Lo he dicho millones de veces, si no se ve esto en un conjunto no sirve de nada, porque se forman gestores que puedan gestionar, pero luego se encuentran con un sistema público que les impide gestionar. Entonces ¿qué harán estos gestores? Aburrirse e irse.

-¿Qué espera del I Foro del Cluster Salud organizado por AméricaEconomía Conferencias?

Es una buena idea, tratar de discutir los temas que interesan al sector con una perspectiva internacional, con gente de diversos sectores que puede aportar visiones distintas. Me parece muy bueno.