Rintega, desarrollada por Celldex Therapeutics Inc, no verá la luz, tras la decisión de la empresa de descontinuar las pruebas.
Reuters. Un análisis independiente es el motivo al que la empresa estadounidense de biotecnología Celldex Therapeutics Inc. atribuyó su decisión de frenar el desarrollo de la vacuna contra el cáncer cerebral Rintega. De acuerdo con la compañía, el análisis determinó que el tratamiento podría no generar un beneficio significativo para los pacientes.
Tras el anuncio, las acciones de Celldex cayeron a más de la mitad, para llegar a US$ 3,76 por papel.
Rintega pertenece a una clase emergente de fármacos que preparan al sistema inmune para reconocer y atacar el cáncer. Apuntaba a tumores con mutación genética presentes en un tercio de los casos de glioblastoma multiforme (GBM), que en Estados Unidos corresponde a unos 4.000 pacientes.
Actualmente, el GBM, que es la forma más común y mortal de cáncer cerebral, no tiene cura. De hecho, ese tipo de tumores tienden a hacerse resistentes al tratamiento inicial relativamente pronto. La quimioterapia estándar, el Temodar de Merck & Co, entrega unos 14 a 15 meses de vida a pacientes recién diagnosticados.
Celldex había manifestado su intención de buscar aprobación acelerada para la vacuna, pero la FDA había aconsejado a la empresa que esperara los datos recolectados del estudio de etapa final. Tras un análisis previo, la compañía decidió abandonar dicho estudio y manifestó que no esperaba realizar gastos adicionales sustanciales.
La vacuna, que contaba con la designación breakthrough de la FDA, todavía puede llegar a manos de los pacientes que la soliciten a través de un programa de uso por compasión.