Fundacity es una startup joven distinguible por su objetivo de facilitar la inversión en otras startups globalmente. Su equipo explica a AméricaEconomía cómo sus productos y herramientas pueden ayudar a que los inversionistas encuentren la próxima gran startup que revolucione el mercado.
En América Latina entera, pero especialmente en países como Chile, Brasil, Colombia, Argentina, Uruguay y Ecuador, los últimos tiempos han visto un desarrollo mayor del emprendimiento y la creación de startups. Gracias a esfuerzos e iniciativas de gobiernos nacionales, instituciones internacionales y capital privado, se ha estimulado la inventiva y propiciado el surgimiento de múltiples proyectos de los más variados tipos, con mayores y menores ambiciones. Los emprendedores han generado productos, plataformas, soluciones o servicios tanto para consumo masivo como en servicio de otros negocios.
Dentro de este grupo, si acaso un número limitado se concentra en facilitar la gestión de otros negocios u otras startups, sea para aumentar su visibilidad, gestión de trabajo, manejo de finanzas o crecimiento de la network. Los ejemplos son aún mucho más reducidos si se trata de soluciones que viabilicen y el proceso de selección de startups para aquellos inversionistas interesados. Tal es el caso de Fundacity, startup originada en Chile que se enfoca a ofrecer una plataforma con herramientas que ayuden a los inversionistas con su flujo de postulaciones, para seleccionar las mejores ideas y startups en las cuales invertir, aquellas que luego marquen la diferencia y generen transformación.
Fundacity: qué de nuevo trae a la mesa
Miklos Grof, cofundador y CEO de Fundacity, es de origen húngaro, pero llegó a Santiago a probar suerte, atraído por las noticias del apoyo que en la capital chilena se presta a la creación de startups. Allí conoce a Diego Izquierdo, actual CTO y también cofundador, quien recuerda que ya tenía su “propia empresa de marketing con clientes importantes, pero alguien con espíritu emprendedor siempre sueña con crear algo propio, por eso decidí salirme de mi trabajo y comenzar de cero, cien por ciento con Miklos”.
Juntos crean Fundacity con la idea primaria de generar un ecosistema para startups. Con tal punto de partida, pensaron sobre cuál sería un motivo lo suficientemente atractivo, capaz de aglomerar gran cantidad de fundadores, inversionistas, consultores y talento en general. La apuesta es por una plataforma que pone a disposición de entidades inversionistas herramientas que les permiten mejorar e incrementar la eficiencia en su flujo de análisis y el proceso de selección de las startups de su interés.
“Hasta el momento actual, con lo que se puede acceder hoy en Fundacity, no se puede considerar como una herramienta disruptiva. No cambia el proceso de selección que realiza una incubadora o un venture capital, pero sí hace que las cosas puedan funcionar mejor”, dice Miklos.
Una de las agrupaciones que ha iniciado relaciones con la startup es IncuVest, con sede en Singapur, que reúne a emprendedores en serie y corporativos interesados en proyectos y startups tecnológicos en Asia. Justin Mencher, uno de sus asociados, comenta que luego de haber probado las herramientas de la plataforma, “está bien ejecutada y muestra nivel profesional, y apunta a cubrir un mercado cuyas necesidades aún están en desarrollo”.
Mencher explica que, a pesar de existir ya otras herramientas supuestas a cubrir necesidades semejantes, “muy pocas han acertado en el diseño del modelo, incluso en EE.UU. donde compañías similares han levantado capitales importantes. Es cierto que nos gustan las posibilidades de Fundacity, pero sobre todo nuestro respaldo nace del empuje que notamos en el equipo. Al analizar una compañía en su arrancada, casi siempre reparamos en la energía, la motivación y la resiliencia que demuestran los fundadores, su capacidad de sobreponerse a las circunstancias difíciles que son inevitables”.
Otra entidad inversora también insertada en la plataforma y que emplea las herramientas es PIPA, aceleradora brasileña cuya misión es apoyar startups con un objeto de impacto social. Su COO Guilherme Mosaner indica que “hoy por hoy el uso que hacemos de la plataforma de Fundacity es como herramienta de management para controlar el flujo de información y el análisis en la selección de nuevas startups. El producto es muy bueno, la interfaz es más visual que otras y es sencilla. También nos permite una flexibilidad para ajustarnos a las necesidades de proyectos que se encuentran en distintos momentos de la evaluación. Por ejemplo, le di acceso a todo mi equipo interno para poder visualizar las más de 700 postulaciones que debíamos revisar en un plazo de diez días, pero nuestros consultores y especialistas sólo tienen acceso a aquellas startups que han pasado a una cuarta fase. Puedo elegir qué personal tiene acceso a qué nivel en la evaluación de las propuestas”.
A pesar de ser una plataforma joven, Fundacity ya da pasos hacia la sostenibilidad de su modelo de negocio. El número de proyectos y postulantes de startups ha crecido exponencialmente. Hasta febrero se registraban alrededor de 2.000 startups de más de 60 países de todas las regiones del planeta. De continuar ese ritmo, la plataforma gana en atractivo para inversionistas ángeles, incubadoras, aceleradoras y también entidades de venture capital. De hecho, ya la plataforma cuenta con una lista de compañías inversoras que abonan una tarifa anual para el acceso y uso de la plataforma, así como la posibilidad de invitar a tantos miembros del equipo y consultores como lo necesiten, sin tener tampoco limitación en el número de postulaciones que pueden recibir. La única condición para el registro de las startups es usar la plataforma para sus postulaciones.
Diego llama la atención sobre su equipo de trabajo como una de las fortalezas de la empresa. Se trata de un grupo diverso, en el cual además de Diego que es chileno y Miklos de Hungría, colaboran Adam Komarnicki de Polonia y Enguerran Rostan de Francia, a cargo del marketing y las ventas. “La diversidad del equipo ha ayudado mucho, porque todos tenemos distintas culturas, formas de pensar diferentes, aunque sabemos lo que queremos y el foco está claro, por eso hemos avanzado mucho a lo largo de un año en cosas que a otros equipos les toma más tiempo”.
Por supuesto que en el camino de su evolución el equipo enfrenta complicaciones. Entre otras, el management debe lidiar con cuestiones relacionadas con transacciones internacionales, conversión de diversas monedas, pago de impuestos en distintos países, balance de inversiones y retornos entre cuentas localizadas en distintos países. “No es sencillo y estamos aprendiendo y solucionando a medida que avanzamos. Incluso para nosotros que contamos con un background en contabilidad navegar todas esas leyes no es fácil”, comenta Miklos.
Es interesante notar que obstáculos semejantes se presentarán a las startups que vayan surgiendo y por su naturaleza y foco también deban manejar operaciones y regulaciones financieras internacionales.
Por su parte, Diego menciona aún otro factor que obstruye la rapidez del trabajo. Es la burocracia que existe en Chile y muchos de los países latinoamericanos. “Las startups necesitan leyes más rápidas, porque no podemos perder tiempo en notarías para firmar un papel que no nos sirve de nada. Realmente la burocracia es lo que más nos ha costado, pues obliga a invertir energía en procesos que no dan valor al producto y solamente dan información a nuestros fiscalizadores. Así se pierde el foco de cuál es la prioridad, si hacer informes o dedicar más tiempo a desarrollar nuestro producto”.
Potencial futuro
Fundacity se encuentra lista para el siguiente paso. Según Miklos, “vamos a lanzar pronto el siguiente producto que será un manager de portafolio. Con esto las incubadoras, los inversionistas ángeles y los capitales venture podrán seguir de cerca el progreso de las startups, decidir en torno a sus inversiones, asesorar a las startups y evaluar su evolución una vez hecha la inversión”.
Isaías Sudit, CEO de Trove y miembro de boards de como el de Entrepreneurs Organization (EO) y los programas de emprendimiento de la Escuela de Negocios de la Universidad de Miami, al valorar la plataforma de Fundacity en la web comenta que, si bien en la versión actual no es una idea nueva, es interesante cómo está siendo manejada. Con todo, el principal valor puede estar en sus perspectivas de desarrollo. “El entorno de herramientas está, con el potencial de generar un valor sustancial en el mercado si llega a facilitar la asesoría para inversionistas no profesionales”. Sudit se refiere a aquellos inversionistas regulares, personas comunes y corrientes que no cuentan necesariamente con experiencia o un background de inversión, pero sí se interesan en participar de inversiones, aunque su riesgo aumenta por carecer de un conocimiento o la sofisticación suficiente al evaluar las opciones.
Precisamente hacia esa meta trabaja el equipo. La visión de ambos líderes, Miklos y Diego, es llegar a proveer un total de tres productos o herramientas. La tercera sería una plataforma online de inversión que conecte a inversores profesionales con inversionistas regulares y les permita crear micro fondos para invertir en startups. “O sea, facilitar la agrupación de inversionistas con distintos tipos de alcances y medios de inversión que se nucleen alrededor de una startup de interés común”, explica Miklos.
Así, Sudit sugiere que el valor fundamental que podría agregar Fundacity en su evolución futura es proveer “un sistema dinámico que facilite el vínculo entre inversor y proyecto o producto”.
En este sentido, Sudit llama la atención hacia el “vacío de sofisticación de inversión en la gente que trata de invertir en este tipo de compañías que apenas están surgiendo. Un capital venture tiene a su disposición toda una plataforma de evaluación y una historia de entender riesgos, pero ese entendimiento no existe a nivel de personas regulares. Fundacity ayudaría mucho si lograra elevar ese nivel de sofisticación, llevarlo a la gente que no lo tiene. La manera de conseguir ese incremento es ofrecer algún tipo de guía, sea mediante análisis de bases de datos, o recomendación de expertos, que aclare por qué una inversión puede ser interesante, y dónde están los riesgos”.
Una vez que la tercera fase o producto esté desarrollado y disponible en el ecosistema que se está formando alrededor de Fundacity, también serviría como una especie de filtro para evitar el riesgo de transferir fondos a compañías fantasmas, o con fines ilegales. Miklos advierte que “no estamos creando una plataforma de crowdfunding donde las personas invierten en iniciativas al azar. Planeamos facilitar un canal de inversiones donde converjan inversionistas profesionales con personas regulares, así esa persona va a tener el respaldo de un experto alguien con un historial de tratos cerrados, con acceso a startups, quien asiste a presentaciones de ideas y también estará usando nuestra plataforma”.
Al evaluar la propuesta de valor de Fundacity y las ventajas que le puede generar como inversionista, Mosaner concluye que además del producto en sí, un factor sobresaliente de la empresa es su equipo. “Cuando se va a cerrar un trato o una negociación se contemplan varios elementos de la empresa, el producto y las posibilidades que tiene en el mercado para valorar si se continuará desarrollando, pues lo que más resalta de Fundacity es el equipo que está detrás. Cada vez que hemos sugerido cambios o comentamos una necesidad que tenemos, ellos tratan de mejorar y adaptar el producto. El equipo realmente entiende las necesidades de sus usuarios, están intentando concretar algo que es especialmente adecuado para servir a las aceleradoras de negocios y entidades semejantes”.