Los ministros de Finanzas buscaron impulsar la confianza de los mercados, declarándose listos para salvaguardar la recuperación y recalcando la importancia de poner sus finanzas públicas en orden.
Busan, Corea del Sur. El Grupo de las 20 economías líderes llegó a un incómodo compromiso este sábado sobre la necesidad de aplicar rápidamente recortes presupuestarios para calmar a los mercados financieros globales, atemorizados ante la crisis de deuda en Europa.
Los ministros de Finanzas del G-20 buscaron impulsar la confianza de los mercados, declarándose listos para salvaguardar la recuperación y recalcando la importancia de poner sus finanzas públicas en orden.
El G-20 dijo que la reciente volatilidad en los mercados financieros servía como recordatorio de que quedaban grandes desafíos pese a una recuperación económica global más rápida de lo esperado, aunque desigual.
"Esos países con serios desafíos fiscales deben acelerar el ritmo de la consolidación. Acogemos los recientes anuncios de algunos países de reducir sus déficits y de fortalecer sus marcos de trabajo e instituciones fiscales", dijo el G-20 en un comunicado emitido tras dos días de negociaciones en Busán.
El euro cayó a un mínimo de cuatro años el viernes, en parte debido a preocupaciones de que Hungría podría enfrentar una crisis de deuda similar a la de Grecia, que debió recurrir a sus compañeros de la zona euro el mes pasado por un rescate de 110.000 millones de euros.
El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, dijo que en el encuentro se determinó que era inevitable hacer un esfuerzo para reducir los abultados déficits presupuestarios. Mencionó que Estados Unidos y otros miembros del G-20 habían pedido más medidas para estimular la demanda, agregando que hubo diferencias de opinión.
Geithner, diplomático. En una carta que envió a los ministros el jueves, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, dijo que el crecimiento mundial no alcanzaría su potencial a menos que el resto del mundo compense una caída en la demanda agregada, provocada por un aumento en los ahorros de Estados Unidos mientras los hogares endeudados ajustan sus gastos.
El secretario destacó la necesidad de que Japón y países europeos con superávit - refiriéndose a Alemania- impulsen su demanda doméstica.
Añadió que China, que también maneja un gran superávit de pagos externos, debería dejar que su tipo de cambio se aprecie para promover el gasto interno.
"El gobierno alemán tiene una muy buena apreciación de los desafíos que vienen y lo importante que va a ser el crecimiento no sólo para el éxito de sus planes financieros en Europa (...) sino también para (...) la consolidación fiscal general", sostuvo Geithner.
La falta de noticias concretas, aunque no sorprende, podría resultar decepcionante para los mercados financieros cuando abran el lunes, dijo Tohru Sasaki, estratega cambiario jefe de JPMorgan Chase Bank en Tokio.
Sasaki dijo que, por el contrario, los mercados podrían verse influenciados por las noticias desde Hungría, donde un alto funcionario del nuevo gobierno dijo que las cifras el presupuesto actual no reflejaban la realidad y que la meta de déficit 2010 sería imposible si no se hacen cambios.
"La preocupación por los países euro tendrá un impacto negativo sobre los mercados asiáticos el lunes", auguró.
El director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn , dijo que se sentía "totalmente cómodo con el llamado del G-20 a los atribulados países de la zona euro a acelerar el ritmo de recorte de sus déficits".
El FMI está ayudando a la zona euro a rescatar a Grecia, después de que perdió la confianza de los mercados de bonos y no pudo refinanciar su vasta deuda. En conjunto están armando una red de seguridad por 750.000 millones de euros (910.000 millones de dólares) para la zona euro en caso de que otros países miembros no logren compradores para sus bonos.
Una forzada reestructuración de deuda infringiría graves pérdidas a los bancos de la zona euro.
Reforma bancaria. Sobre el tema principal en Busán, la reforma bancaria global, los ministros confirmaron un plazo final en noviembre para desarrollar normativas que aumentaran las protecciones de capital de los bancos y desalentaran el apalancamiento y la toma de riesgos excesiva.
El G-20 dijo que apuntaba a implementar los nuevos estándares para finales del 2012. Pero el gobernador del Banco de Italia, Mario Draghi, jefe de la Junta de Estabilidad Financiera, dijo que la fecha posiblemente marcaría el inicio de una fase preparatoria para las nuevas reglas.
Frente a una oposición encabezada por Canadá, el G-20 abandonó una propuesta de un impuesto bancario global para financiar futuros rescates, aunque el grupo dijo que el sector financiero debería realizar una contribución "sustancial" hacia el costo de un nuevo rescate.
Para ese fin a los líderes se les pedirá presentar un conjunto de opciones políticas - incluyendo un impuesto - para que los países puedan tener opciones a elegir cuando se reúnan en Toronto a finales de junio.