En medio de disputas internas de la coalición gobernante de centroizquierda, el presidente Alberto Fernández apartó de su gabinete el fin de semana al ministro de Producción, Matías Kulfas, quien había cuestionado las características de la licitación.
La construcción de un gasoducto esencial para trasladar el gas del megayacimiento no convencional Vaca Muerta podría demorarse por cuestionamientos políticos y judiciales a una licitación de la obra, dijo este martes Paolo Rocca, presidente ejecutivo de la proveedora de tubos, Techint.
La obra es primordial para que Argentina deje atrás la necesitad de importar energía, que le ha generado un fuerte déficit e impide que pueda emerger de una prolongada crisis económica.
En medio de disputas internas de la coalición gobernante de centroizquierda, el presidente Alberto Fernández apartó de su gabinete el fin de semana al ministro de Producción, Matías Kulfas, quien había cuestionado las características de la licitación de los tubos.
El proceso, que ahora está bajo la lupa de la Justicia, tuvo como única oferente de los tubos a una subsidiaria de Tenaris, del grupo Techint, que resultó adjudicada.
"Hoy está interviniendo la justicia, secuestrando el pliego (...) si la cosa sigue con atraso no se va a ir", sostuvo Rocca en un evento de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), en Buenos Aires.
La firma estatal a cargo de la licitación, Energía Argentina -antes IEASA-, dijo en un comunicado de prensa que hubo consultas realizadas por seis empresas, pero que solo SIAT SA, subsidiaria de Tenaris, presentó una oferta.
"Acá no hubo ni corrupción ni direccionamiento ni nada", dijo Rocca.
"En el invierno del 23, tener un gasoducto o no tenerlo hace una diferencia de US$ 2.500 a US$ 3.000 millones. Llegar o no llegar dependerá de todo esto", agregó.
Con el gasoducto, Argentina podrá reducir sus importaciones de gas natural licuado (GNL) y reemplazarlo con la mayor producción de la formación Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén.
El objetivo es que la primera etapa de las obras del gasoducto -que finalmente llegará a Buenos Aires-, se termine para el invierno austral del 2023.
El ejecutivo sostuvo que Tenaris es la empresa líder en la construcción de los tubos necesarios para la obra y que ni China ni otros productores pudieron realizar una oferta similar.
"Tenaris, líder en el mundo, llegó forzando toda nuestra cadena de abastecimiento de Brasil en Argentina, anticipando decisiones, tomando personal clave para poder presentar una oferta", explicó.
Ante la única oferta recibida para la provisión de los tubos, Energía Argentina podría haber cancelado la licitación, "olvidarse del gasoducto para el 2023 y hacer otra licitación más adelante o, con sentido común, lo que hizo fue asignarlo a nosotros", agregó Rocca.
La primera etapa del gasoducto requerirá unos 18 meses de trabajo y una inversión pública de más de 1.500 millones de dólares para alcanzar una extensión de 563 kilómetros, según la Secretaría de Energía.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, ratificó ante los empresarios nucleados en AEA que se está trabajando para que el gasoducto pueda estar listo para el invierno que viene.
"Las definiciones técnicas que se tomaron para la licitación del gasoducto se adecuan a las necesidades que enfrenta la Argentina", explicó Guzmán.