El nuevo decano de la escuela de negocios se refiere a futuros proyectos, los retos que tendrá que asumir y si existe alguna estrategia clave para llegar a mercados latinoamericanos, entre otros temas.
A partir de Julio de 2014, Geoffrey Garrett asumirá el rol de decano de la Wharton School de la Universidad de Pensilvania luego de que Thomas S. Robertson ocupara el puesto desde 2007. Sepa de los puntos de vista y nuevos proyectos del nuevo decano de esta escuela global.
-En cuanto a educación de negocios, Wharton reconocida a nivel global entre las principales escuelas, pero la realidad actual está marcada por la incertidumbre, los cambios y una necesidad constante de adaptarse a nuevas direcciones. ¿Cuál es la visión del nuevo decano para guiar a Wharton en su siguiente recorrido?
Sería apresurado de mi parte referirme a una visión que he concebido para Wharton, dado lo reciente de mi nombramiento. Sin embargo, sí creo que existen tres grandes tendencias mundiales que están afectando no solamente la educación de negocios, sino el universo de los negocios en general, y que Wharton está muy bien equipada para responder a esas cuestiones.
Primero, la globalización está impactando todo, lo cual no implica sólo el comercio tradicional y los flujos de capitales, sino lo que es aún más importante, toca a las firmas multinacionales, el suministro global y las cadenas de distribución.
Las escuelas de negocio en esencia son como compañías multinacionales, en el sentido de que tienen que enfocarse en internacionalizar sus currículos, construir alianzas internacionales, y crear oportunidades internacionales para sus estudiantes y su claustro. El nuevo centro Penn Wharton en Beijing estará a la vanguardia de esta globalización educacional.
En segundo lugar, la tecnología va trastornando los modelos de negocio, desde los periódicos y el retail a la impresión en 3D y las manufacturas. Los desafíos surge por todas partes, pero al mismo tiempo aparecen oportunidades. Algunos expresan preocupación acerca de que las universidades sean una especie en peligro, como los periódicos o los grandes centros comerciales. Pero si actuamos con inteligencia, las potencialidades que facilita la tecnología son tremendas para mejorar de nuestro trabajo y para incrementar nuestro alcance. El rol de liderazgo desempeñado por Wharton en la plataforma líder en cuanto a MOOC, que es Coursera, es un ejemplo fundamental.
En tercer lugar, mientras aumenta la demanda a nivel social por una mejor infraestructura que acomode a una población de la tercera edad en aumento, la capacidad de respuesta, y de recursos, de los gobiernos se ve limitada. Esto inevitablemente significa que el sector privado tiene que involucrarse más para resolver grandes problemas globales, desde generar startups para la purificación de agua en África hasta alianzas público-privadas que estimulen innovaciones financieras. La iniciativa de política pública de Wharton basada en traer la sabiduría de los negocios a la solución de los principales desafíos de política pública será un catalizador importante para impulsar un pensamiento novedoso, y nuevas acciones de impacto público por parte del sector privado.
-¿Cuáles serán las prioridades más importantes para usted cuando asuma su rol como decano?
¡Evaluar y absorber! Wharton es una institución gigantesca con dos campus en Fidadelfia y San Francisco, más de 230 profesores en el claustro, 5.000 estudiantes de pregrado, además de otros 850 en MBA y 9.000 que toman cursos de educación ejecutiva, completando con una network de 92 mil alumni.
Asumir ese rol requerirá una exploración y descubrimiento de todas las posibilidades, capacidades y recursos de Wharton, cuáles son sus fortalezas y dónde están las oportunidades de crecimiento.
-Wharton ocupó la primera posición en el ranking de News & World Reporting, empatada con Harvard y Stanford. Pero hace meses, hubo preocupaciones acerca de las admisiones y un declive en el interés de los candidatos al MBA. ¿Cuál es la situación actual de la escuela?
Los números en los departamentos de admisiones en la escuelas de negocio suben y bajan. Es natural. Los factores importantes para Wharton son el calibre de sus estudiantes, que el promedio GMAT de este año fue de 725, su alto rendimiento que se traduce en estudiantes mucho mejor equipados, la diversidad existente entre ellos, 42% son mujeres, 35% son estudiantes internacionles procedentes de 71 países, y la elevada cantidad de nuestros egresados que se emplean luego de concluir el programa. Entre los graduados del pasado curso, 97,8% aceptó ofertas en los siguientes tres meses luego de la graduación.
-Usted expresó en una ocasión que “la globalización y el cambio tecnológico están por transformar la educación de negocios. No tengo dudas de que Wharton estará a la vanguardia de esta transformación”. ¿Cómo visualiza esta transformación? ¿Puede mencionar acciones o iniciativas en concreto?
Wharton ha mantenido una marca global fuerte durante décadas. Además, Wharton cree en traer al mundo a sus aulas para preparar a nuestros estudiantes como verdaderos líderes globales. Nosotros ofrecemos diez cursos intensivos que se concentran en países particulares alrededor del mundo, facilitamos viajes de intercambios de estudiantes y profesores, sostenemos alianzas con docenas de instituciones internacionales y el nuevo centro que debe abrir en Beijing en 2015.
Mi experiencia en Australia, y como australiano, me da una perspectiva única para ver que Wharton es un recurso global, aunque sus sedes estén localizadas en ambas costas de los EE.UU. A través de la educación online, de por sí transformadora, como hace Wharton con su trabajo en Coursera, la escuela puede tocar a mucha más gente que antes en todo el mundo. Sumado a eso, el uso progresivo de modos digitales para programar clases va a reconfigurar los métodos de pedagogía, los cuales abrirán nuevas posibilidades que rebasen las fronteras geográficas.
-Wharton ha dado pasos para colaborar con otras escuelas de negocios globales, y para brindar a los estudiantes oportunidades de experiencia global, como por ejemplo el curso dual con IESE 'Business Strategy and Operational Execution: Bridging the Divide'”. ¿Continuará este tendencia? ¿Se están considerando otras escuelas para participar en proyectos con Wharton?
Wharton cree en las alianzas con otras instituciones para compartir el conocimiento de los académicos de todo el mundo. De hecho continuaremos buscando y explorando esas oportunidades.
-Tomando en cuenta que en los países de América Latina, y en otras economías emergentes, va a estar el mayor número de estudiantes que potencialmente pueden ser candidatos a las escuelas de negocio, ¿se concibe alguna estrategia concreta para llegar a estos mercados?
América Latina continúa siendo una región importante para Wharton, no sólo para atraer potenciales candidatos, sino porque observamos que en el continente están algunas de esas economías emergentes que son vitales para comprender los negocios globales. Los éxitos de la última década demostrados por economías como la brasileña han sido impresionantes. Cuando pensamos en mercados emergentes es tentador enfocarse solamente en gigantes asiáticos en crecimiento como China, India e Indonesia. Pero la fuerza de la democracia y el mercado libre en América Latina la posiciona adelante de Asia en términos de intervalos de desarrollo progresivo. Para una escuela como Wharton, América Latina tiene que ser un pilar importante en su estrategia de globalización.