En la firma internacional de abogados CMS realizamos desde 2010 una serie de informes para entender el contexto en el que se desenvuelven las y los gerentes legales (o general counsel (GC)) en el mundo corporativo y empresarial. La versión más reciente de esos reportes se centra en la marca personal y cómo esta dinámica herramienta es un aporte real a la gestión de los abogados.
¿Qué se entiende por marca personal? En términos generales, es la forma en que un o una profesional comunica su propuesta de valor, identificándose y conociéndose sus características propias dentro de una organización. Es un concepto que en el último tiempo toma gran importancia en el desarrollo directivo.
Junto a la oficina de CMS en Inglaterra y varios países de Latinoamérica, en CMS Chile tomamos la idea para aplicarla de manera específica al área de las y los GC. Así surge el reciente informe “Guía para gerentes legales: Más allá de la marca personal”.
Hay datos decidores. Si bien el 64% de los líderes encuestados está familiarizado con el concepto, solo el 18% trabaja de manera sistemática y activa en su implementación. El 85% de los consultados le reconoce un valor a la marca personal y señala que "podrían hacer mejor su trabajo” si fomentaran de una manera más consciente sus habilidades y herramientas de liderazgo e influencia.
Por otra parte, el 67% de las GC señala que “el género ha sido un obstáculo” en el desarrollo de su marca personal, razón por la cual la herramienta debe incluir también aspectos de diversidad, igualdad y temas de género.
El rol de las y los GC es, evidentemente, evolutivo en el mundo de hoy. Y cuenta con un claro potencial para otorgarle a su forma de gestionar una resonancia y un valor amplio. En especial, en cuatro aspectos clave: este tipo de ejecutivas y ejecutivos lideran, representan y son voceros fundamentales de sus empresas; reflejan los valores corporativos; tienen el potencial de contribuir a una serie de causas, por lo que son responsables de conducir e influir en otros; y –por último- deben proyectar su esencia como personas y los valores de la marca que representan.
Se hace imprescindible, entonces, que las y los gerentes legales le dediquen tiempo al desarrollo de su marca personal. El impacto en sus carreras fortalece su influencia, mejora sus fortalezas y aumenta el aporte profesional a la organización. Todos esos componentes generan, además, contribuciones a la sociedad.
La marca personal ayuda también a atraer valiosas oportunidades de colaboración, gracias a que se define una estrategia de carrera relevante sobre sus cualidades diferenciables, se construyen redes estratégicas con audiencias interesadas y se potencia la visibilidad de su gestión.
El efecto más inmediato puede darse en la vida diaria. Pero, quizás, la consecuencia mayor está en el desarrollo y en la influencia de su carrera en el largo plazo.
Las dinámicas profesionales requieren hoy nuevas actitudes y –lo más probable- influir en diversos grupos de interés. Contar con una imagen sólida y reconocimiento en la actividad –y fuera de ella- hace que sea más fácil sortear los desafíos de manera exitosa.
El rol de las y los GC ofrece un claro potencial de resonancia y un valor particularmente amplio. Para eso, se requiere el desarrollo de una estrategia efectiva.
Lo que alguna vez podría haber sido un activo personal, hoy se transforma en uno que genera beneficios a las compañías en que se desempeñan las y los GC que saben trabajar con el concepto de “marca personal”.