El artista explica que esta campaña también tiene como objetivo “exorcizar” esta locura por la ciudad, para lo que cuenta con la colaboración de 130 personas, que provienen de tres áreas: la arquitectura, el arte y el diseño.
Alfredo Ghierra estaba disconforme con el avance de la campaña municipal de 2010. Él, que se define como alguien “interesado en la política en lo referente a la ciudad”, veía que Montevideo, como objeto, como escenario de la vida cotidiana, no se discutía entre los candidatos. “Era como ver a los médicos discutiendo si iban a curar o no”, afirma, explicando que los temas de campaña le parecían “obviedades”.
Fue así que como represalia, este artista visual decidió iniciar la campaña Ghierra Intendente, que lo colocó como rostro visible de un equipo de arquitectos y artistas visuales que diseñan planes e ideas para mejorar Montevideo.
Ahora que nuevamente se aproximan las elecciones departamentales, Ghierra vuelve a la carga con esta “parodia electoral en serio”.
En su segunda versión tiene la ventaja de la explosión de las redes sociales, que permiten ejecutar mejor el aspecto de la falsa campaña electoral; también puede llegar a un público más amplio a través de mecanismos como el crowdfunding (financiamiento colectivo), un sistema que el equipo detrás de Ghierra Intendente está utilizando para avanzar en ciertas etapas del proyecto que requieren de dinero: la realización de un catálogo con las propuestas de arquitectos y artistas, un jingle, un spot publicitario y un sitio web para el candidato ficticio.
Una obsesión
Otra de las razones por las que Ghierra decidió iniciar este proyecto fue por lo que define como su “obsesión” por Montevideo. “La recorro y voy haciendo una especie de Photoshop a tiempo real con la mirada, pensando qué cosas de la ciudad se podrían cambiar para que quedara mejor”, cuenta a El Observador.
El artista explica que esta campaña también tiene como objetivo “exorcizar” esta locura por la ciudad, para lo que cuenta con la colaboración de 130 personas, que provienen de tres áreas: la arquitectura, el arte y el diseño. Para este último punto recurrió a un llamado abierto en la Escuela Nacional de Diseño, mientras que en las otras dos áreas las incorporaciones se realizaron a través de una cadena de contactos.
A medida que los proyectos eran recibidos, estos se fueron organizando en siete áreas que componen el “gabinete” de la administración municipal de Ghierra. Algunas son copiadas del organigrama de la Intendencia de Montevideo, mientras que otras no existen, tales como el Patrimonio de la ciudad, o el desarrollo de proyectos ecológicos.
Tirarse abajo
Ghierra considera que los montevideanos tienen una visión negativa de la ciudad, algo que atribuye como una condición general de los uruguayos. “Tenemos eso de tirarnos abajo, pensamos que todo lo que vemos en la televisión que viene de afuera es mejor. Es como que nos da vergüenza que vengan a nuestra casa porque está sucia y vieja; pero en realidad al que viene de afuera le gusta porque tiene carácter, es única. Estamos tan acostumbrados a la ciudad que no le damos el valor que tiene”, explica el candidato ficticio.
A su vez, Ghierra considera que esto se debe a una falta de “educación visual”. “Si no sabés que es el art-decó no lo vas a defender cuando tiran abajo un edificio de ese estilo, porque lo ves como algo lejano, y en realidad es el escenario de tu vida”. Ese es uno de los objetivos de esta campaña. Agudizar los sentidos de los montevideanos para que cambien su mirada sobre la ciudad.
Hasta el momento no se concretó ninguno de los proyectos presentados en la edición 2010 de la muestra, pero Ghierra considera que la movida ha colaborado con un cambio en la actitud del público hacia la ciudad en estos últimos cinco años, planteando como ejemplo el reclamo popular por la demolición del edificio de la tienda Assimakos.
“No creo que la ciudad se tenga que quedar como está, petrificada en el tiempo. Las ciudades como las personas cambian, el problema es cuando como en este caso, cambian para peor”, explica.
En este sentido, una de las actividades propuestas en esta campaña es un concurso para arquitectos en el que se les propone modificar tres edificios “feos” de Montevideo para mejorar su aspecto, dándoles una terminación nueva. Estos edificios son la torre Patria de Punta Carretas; la torre El Gaucho sobre la avenida 18 de Julio y la antena de Canal 4 (en este caso la “fealdad” va más por su ubicación céntrica que por su aspecto).
Entre los proyectos presentados se incluye uno del arquitecto Fernando Aguirre Fresnedo, que propone recuperar el faro en la cúpula del Palacio Salvo, algo que era parte del diseño original del edificio; otra propuesta muestra a turistas extranjeros recorriendo puntos clave de la ciudad y manifestando sus opiniones, algo que para Ghierra es una mezcla de “ternura y desopilancia”. El “candidato” no presentará ningún proyecto propio, oficiando como curador de la propuesta y como cara visible. “Mi obra es el conjunto”, aclara.
Consultado sobre si se postularía realmente a la Intendencia, Ghierra explica que cree en la democracia partidaria y por eso no lo haría, “porque no estoy afiliado a ningún partido. Además prefiero ser artista”.
Pero no duda que este tipo de falsa campaña electoral permite una buena llegada al público, porque la política es un tema que apasiona a los uruguayos.
La movida de Alfredo Ghierra se desarrollará sobre todo en la web (www.ghierraintendente.com.uy), pero también existe la posibilidad de llegar a los medios más tradicionales como la televisión o la radio.
Si bien su alcance estará condicionado por la recaudación del proyecto en la plataforma Ideame.com, lo seguro es que a partir del 26 de marzo y durante tres meses se realizará una muestra con los proyectos que integran la campaña en el Centro Cultural de España.