Las preferencias aumentan en la medida que las características del post-operatorio se han hecho mucho más cómodas.
Las principales problemáticas que pueden presentar los glúteos se relacionan, básicamente, con un exceso de tejido adiposo o una pobre proyección superior, media o inferior.
Para una evaluación más eficiente de la zona, debe considerarse también la región lumbar, de manera especial el grado de curvatura y componente graso, las caderas y parte superior de los muslos. También hay que tomar en cuenta el grado de calidad y textura de la piel.
La gluteoplastía es una técnica de cirugía plástica que aumenta el tamaño de los glúteos, implantando una prótesis en el músculo de esa zona. Una de sus mayores particularidades es que, a diferencia de los implantes mamarios, las personas no pueden elegir el tamaño que van aumentar, pues depende exclusivamente de razones médicas.
En la forma de las nalgas intervienen factores hereditarios y de constitución corporal. La consistencia de los músculos, la estructura esquelética y los depósitos de grasa y piel de toda esa zona sufren constantes cambios durante la vida.
Pero la intervención plástica puede cambiar el cuadro, mejorando las condiciones de la zona trasera y, con ello, una mayor estabilidad emocional con el cuerpo.
La técnica adquiere cada vez más interés en América Latina, más allá de Brasil y Argentina donde posee gran atractivo entre las mujeres. En la medida que las características del post-operatorio se hacen más cómodas, el acceso se ha ampliado en otros países como Chile y Perú.
“Es importante destacar que hoy la paciente no tiene que estar boca abajo luego de la operación, sino que sólo manteniendo la zona cuidada con algún tipo de cojín. La técnica que hemos desarrollado evita busca disminuir toda complicación”, explica el doctor brasileño Antonio Castilho, quien ejerce en su país y en su Chile.
El profesional, quien forma parte de sociedades de cirugía plástica en ambos países, subraya que las mujeres latinas van profundizando cada vez más su interés en mejorar las características de sus glúteos.
“Además del descontento en la apariencia física, la búsqueda por la cirugía estética muchas veces contiene componentes emocionales. Sin embargo, es fundamental que el cirujano haga un análisis cuidadoso de cada caso, evaluando las expectativas del paciente y la probabilidad de los beneficios reales concedidos por el acto quirúrgico. Todo eso aporta a la formación del diagnóstico y la propuesta del tratamiento”, subraya el facultativo.
Las cicatrices de la intervención plástica en la actualidad pueden llegar a ser hasta imperceptibles y lo importante de la gluteoplastía es que cambia la forma y el tamaño de la zona, entregando un mejor contorno a todo el cuerpo.
Castilho subraya que la operación no es causa de molestias para sentarse o llevar una vida normal, tampoco para caminar o para realizar ejercicios.
Cada vez son más las pacientes que comparten su satisfacción con los resultados obtenidos y, especialmente, con la nueva figura. “Lo principal es romper el mito de que se trata de una operación incómoda o con molestias posteriores, además de destacar la buena comunicación que debe haber entre paciente y médico, ya que eso genera expectativas reales”, enfatiza el facultativo brasileño.
