Sin un pacto rápido, cerca de 150.000 empleos en la automotriz y en sus proveedores estaban en riesgo.
La filial surcoreana de General Motors llegó esta emana a un acuerdo salarial "tentativo" con los representantes sindicales, cumpliendo una condición clave establecida por la compañía estadounidense para evitar que se declarase en bancarrota.
Con el acuerdo, la directiva de General Motors en Corea del Sur ha abandonado su plan de votar este lunes para solicitar la protección por suspensión de pagos, según ha asegurado un portavoz de la compañía.
El fabricante de automóviles estadounidense reveló el pasado mes de febrero un importante plan de reestructuración, que involucraba a una de sus cuatro plantas en el país e incluía salidas voluntarias para 2.600 trabajadores.
General Motors buscó concesiones salariales por parte de los sindicatos, así como fondos e incentivos gubernamentales para salvar las tres fábricas restantes de Corea del Sur.
La junta directiva de la firma retrasó la decisión de solicitar la protección por bancarrota administrada hasta el lunes por la tarde, después de que la compañía automovilística no lograse llegar a un acuerdo salarial con los representantes de los trabajadores a tiempo para cumplir con el plazo el viernes.
"A través del último acuerdo, General Motors Corea será una empresa de producción competitiva", ha subrayado el presidente ejecutivo de General Motors Corea, Kaher Kazem.
Tal como asegura la compañía, el acuerdo allanaría el camino para que el Banco de Desarrollo de Corea (KDB, por sus siglas en inglés) preste apoyo y para que General Motors asigne nuevos modelos a Corea del Sur para ayudar a transformar la empresa.
KDB es el segundo mayor accionista de General Motors Corea, con una participación del 17%. El fabricante de vehículos posee el 77% de su filial surcoreana, mientras que el principal socio chino de la firma, SAIC Motor, controla el 6% restante.
El Gobierno aumentó la presión sobre General Motors y el sindicato para llegar a un acuerdo, señalando que sin un pacto rápido, unos 150.000 empleos en la automotriz y en sus proveedores estarían en riesgo.
El presidente del KDB aseguró a Reuters la semana pasada que el banco puede firmar un acuerdo preliminar para el 27 de abril para proporcionar apoyo nanciero para el negocio en caso de que un informe provisional de debida deligencia que vencía el viernes pasado
resultara satisfactorio.
Durante los últimos tres años, General Motors ha buscado enfocarse a mercados rentables, principalmente en Estados Unidos y China, y en nuevas tecnologías como vehículos eléctricos y automatizados.
La filial surcoreana de la compañía, que fue la columna vertebral de la estrategia asiática de General Motors, se vio obstaculizada por los costes laborales y perjudicada por la decisión de la automotriz de sacar su marca Chevrolet de Europa, un mercado de exportación clave.