La ministra de Transparencia, Nardy Suxo, dijo que Evo Morales, quien inició hace dos semanas su segundo mandato, había ordenado acabar con un denunciado "loteo" o reparto de los servicios aduaneros entre militantes del oficialismo.
La Paz. El gobierno de Bolivia intervino estemiércoles la aduana nacional, en un nuevo intento del presidente EvoMorales por frenar prácticas de corrupción que, según confesión propia,serían el mayor enemigo de su "revolución".
La ministra de Transparencia, Nardy Suxo, dijo al encabezar unaoperación de cierre de las oficinas de la aduana en La Paz, que Evo Morales,quien inició hace dos semanas su segundo mandato, había ordenado acabarcon un denunciado "loteo" o reparto de los servicios aduaneros entremilitantes del oficialismo.
"La intervención a la aduana se hace fundamentalmente cumpliendo elmandato del presidente Morales de luchar frontalmente contra lacorrupción y trabajar por la transparencia de todas las institucionespublicas", dijo la ministra a reporteros.
Suxo estuvo acompañada por Marlene Ardaya, designada presidenta dela Aduana la semana pasada tras una gestión de tres años en la oficinade impuestos internos, donde se ganó tanto fama de "mano dura" como laconfianza del presidente, quien lidera una "revolución" indigenista ysocialista.
Ardaya dijo que la intervención con fines de auditoría y eventualesprocesos judiciales fue su primera decisión en la aduana, trasencontrar lo que calificó como "innumerables indicios" de actosirregulares en la oficina conocida tradicionalmente como "botín" depolíticos gobernantes.
La funcionaria no dio señales sobre cuándo se normalizarían laslabores aduaneras, suspendidas el martes tanto en las nueve capitalesde departamento como en los principales pasos fronterizos, según medioslocales.
En los tres años pasados, el presidente Morales puso la aduana enmanos de jefes militares, que no pudieron cumplir el objetivo decambiar la imagen de la institución.
El gobernante dijo al designar a Ardaya que la corrupción es "elpeor enemigo del cambio" y señaló que el contrabando que ingresa aBolivia alcanzó el año pasado un valor de casi 500 millones de dólares,o un décimo de las importaciones legales.
Sin embargo, organizaciones empresariales aseguran que elcontrabando, que ha convertido a Bolivia en no declarada zona franca deproductos electrónicos, equivale a por lo menos la mitad de lasimportaciones del país.