El plan contempla un bono por unos US$ 120 para 7,5 millones de chilenos y la extensión de licencias para el cuidado de hijos recién nacidos, entre otras medidas.
El gobierno chileno anunció el lunes un plan de ayudas sociales y económicas de invierno por unos US$ 1.200 millones que contempla bonos y subsidios laborales, en medio de una fuerte presión inflacionaria y enfriamiento de la economía tras la recuperación postpandemia.
El programa anunciado por el presidente progresista Gabriel Boric junto al ministro de Hacienda, Mario Marcel, contempla un bono por unos US$ 120 para unos 7,5 de los 19 millones de habitantes, la extensión de licencias para el cuidado de hijos recién nacidos y la ampliación de un subsidio mensual a la contratación formal de trabajadores.
"Hay una presión muy grande hacia las familias por el alza del costo de la vida", dijo Boric, enumerando factores externos como la guerra en Ucrania, el aumento del precio de los combustibles y la caída en el precio del cobre, el mayor producto de exportación chileno.
"Estamos haciendo todos los esfuerzos para apoyar a los sectores más afectados por esta crisis sin abandonar nuestro compromiso por la responsabilidad fiscal", añadió.
Según Marcel, la "magnitud" del plan anunciado el lunes es menor que el conjunto de ayudas lanzadas durante la pandemia y está más focalizado, por lo que "no va a tener un impacto sobre la inflación", que hoy responde más bien a factores externos.
El anuncio del gobierno llega en momentos que promueve una reforma tributaria para financiar su ambiciosa agenda social.
La economía chilena se ha enfriado este año tras la rápida recuperación después de la crisis sanitaria, que se debió en parte a millonarias ayudas estatales y varios retiros parciales de los fondos de ahorro para pensiones.
Pero esa recuperación, sumado ahora a factores externos, ha presionado con fuerza los precios. En términos anualizados, la inflación a junio llegó al 12,5% mientras que en el último mes la moneda local ha caído más de un 15%, llevándola incluso a perforar por primera vez la barrera de los 1.000 pesos por dólar.