El ministro de Comercio, Industria y Turismo colombiano, Germán Umaña, aseguró que ambos países deben concretar las condiciones antes de reanudar el comercio bilateral por la principal frontera terrestre, entre Norte de Santander y Táchira.
El ministro de Comercio de Colombia dijo el jueves que la reapertura de la frontera con Venezuela se dará más temprano que tarde, pero dependerá de que se produzcan condiciones de seguridad jurídica, de institucionalidad y de un restablecimiento integral de las relaciones binacionales.
Los lazos entre los dos países se han estrechado en las últimas dos semanas con la posesión del izquierdista Gustavo Petro como presidente de Colombia, quien junto con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, nombraron embajadores en Caracas y Bogotá, al tiempo que retomaron la cooperación militar.
Pero el ministro de Comercio, Industria y Turismo colombiano, Germán Umaña, admitió que hay que concretar condiciones de lado y lado antes de reanudar el comercio bilateral por la principal frontera terrestre, entre Norte de Santander y Táchira.
"Tenemos que asegurar con el gobierno venezolano y las conversaciones que hemos sostenido una coherencia en esa institucionalidad y se abrirá la frontera pronto, pero en el momento en que tengamos la integralidad", dijo Umaña durante un encuentro con empresarios de los dos países en la fronteriza ciudad de Cúcuta.
"Nuestros empresarios están pendientes de que esto no esté sujeto a sanciones y que puedan trabajar tranquilamente sin tener problemas de sanciones", agregó, sin ofrecer más detalles.
RESTABLECER LEGALIDAD
Umaña resaltó que si bien un reapertura de la frontera no significará un gran aumento en el intercambio comercial en el corto plazo, será clave para restablecer la institucionalidad en la zona, afectada por la ilegalidad.
"Ni siquiera va a haber incremento del comercio, tenemos que decirlo con franqueza, lo que va a pasar cuando abramos los puentes es que estamos sustituyendo la ilegalidad, el lavado de activos, el contrabando, por recuperar nuestra institucionalidad y la legalidad", dijo.
A raíz del cierre de la porosa frontera de 2.219 kilómetros en los últimos años se fortaleció la presencia de grupos armados ilegales que controlan el narcotráfico y el contrabando de mercancías por cientos de trochas.
"El camino hacia la integración de las dos naciones es el camino de la frontera es el camino de reemplazar las trochas por pasar tranquilas las personas, por pasar tranquilas las mercancías, pasar tranquilos los inversionistas, pasar tranquilos los del turismo", aseguró Umaña.
Caracas rompió relaciones con Bogotá en 2019, después de que opositores venezolanos trataron de cruzar desde territorio colombiano con camiones cargados de alimentos y medicinas, argumentando que esa ayuda encubría un intento de golpe de Estado de la oposición con apoyo de Washington.
Freddy Sandoval, presidente de la Cámara Automotriz del estado Táchira, señaló que el gremio está a la expectativa con respecto a la reapertura.
"Más allá de la apertura de frontera esperamos reactivar nuestras zonas industriales y manufactura automotriz", comentó Sandoval. "Hace dos décadas Venezuela tenía la infraestructura instalada más gran de Suramérica de fábricas de autopartes y ensamblaje de vehículos, eso lo tenemos que volver a recuperar".
El ministro Umaña señaló que en el primer semestre el comercio binacional alcanzó US$ 316 millones, el mismo monto que se logró durante todo 2021 y estimó que este año el monto se duplicaría.
Además, precisó que actualmente existen los mecanismos en las leyes de control de cambios de los dos países para pagar las exportaciones e importaciones.
Por su parte, el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, inició el monitoreo de los cuatro puentes internacionales que unen a Norte de Santander con el estado Táchira.
"Vamos a ver cómo están, qué tan preparados estamos (...), con el propósito de que las condiciones se den para que en el momento de la reapertura de las fronteras podamos volver a lo que teníamos en el pasado", dijo.
El comercio entre Colombia y Venezuela superó los US$ 7.000 millones en 2008, pero cayó estrepitosamente luego que el entonces presidente Hugo Chávez lo congeló en protesta por la firma de un acuerdo militar entre Bogotá y Washington, y posteriormente los siguientes mandatarios recrudecieron las tensiones.