El secretario de Transparencia, Camilo Enciso, asegura que la acusación que hizo la Fiscalía no tiene pruebas. Incluso afirma que es una estrategia del Centro Democrático para desviar la atención por el mismo caso.
Todo estaba dado para que este martes el presidente Juan Manuel Santos proclamara una nueva victoria con la instalación formal de los diálogos con el ELN en búsqueda de una paz total entre estado y guerrilla. No obstante, en medio del acto de instalación, el país conoció otra noticia que eclipsó el inicio del proceso de negociación con la segunda guerrilla del país: a la campaña del presidente habrían ingresado 1 millón de dólares de la corrupta constructora brasileña Odebrecht. A esa conclusión llegó la Fiscalía este martes, revelando así otro eslabón de la investigación que se adelanta por el pago de sobornos que reconoció la empresa brasileña a funcionarios, a cambio de quedarse con millonarios contratos para construcción en Colombia entre 2009 y 2014.
De inmediato, el gobierno Santos salió a responder por los señalamientos, rechazando tajantemente las declaraciones del fiscal Néstor Humberto Martínez. Primero fue José Roberto Prieto Uribe, director de la campaña presidencial de Santos en 2014, quien calificó de "infundados, tendenciosos y calumniosos" los nexos que le atribuye el ente acusador. Minutos más tarde el secretario de Transparencia de Presidencia, Camilo Enciso, desmintió la acusación con palabras mucho más fuertes hacia quienes, según dice, son los culpables de este episodio: los uribistas.
Para Enciso, la acusación que le hace la Fiscalía se trata de una fallida defensa del uribismo con el fin de transferir esa nube de dudas que durante los últimos días se posó sobre el Centro Democrático por los señalamientos hacia Óscar Iván Zuluaga, el contendor de Santos en la carrera hacia la Casa de Nariño en la última elección presidencial. “La historia se repite. El uribismo tiene como estrategia defenderse atacando con mentiras”, dijo Enciso al iniciar la declaración pública que dio a través de la página de la Presidencia de la República.
Luego, el secretario de Transparencia se despachó contra el uribismo y los anteriores cruces de acusaciones que han tenido con el gobierno Santos. La supuesta financiación de narcotraficantes a esa misma campaña y el escándalo del “hacker” Andrés Sepúlveda fueron algunas de las batallas judiciales que han tenido ambas colectividades, sin que hasta ahora haya un solo condenado o acusado por los hechos, a excepción del experto informático que paga diez años de prisión en la cárcel de Picaleña de Ibagué.
La acusación de la Fiscalía a la campaña de Santos, para Enciso, no es más que una retaliación del Centro Democrático al verse “alcanzados” por el monstruo de mil cabezas que se desató desde el momento en que la justicia estadounidense reveló los pagos ilegales que hizo Odebrecht en países de Latinoamérica y África. Incluso, afirmó que en la trama de la acusación hay involucradas personas relacionadas con bandas criminales.
“Hoy, nuevamente frente a la aceptación de responsabilidad de funcionarios del uribismo en los sobornos de Odebrecht y el testimonio del asesor de campaña brasilero “Duda Mendonça” que afirma que parte de sus honorarios fueron pagados por Odebrecht, usa a un siniestro personaje, que estaría relacionado con la oficina de envigado, para acusar falsamente al gerente de la campaña Santos Presidente de haber recibido 1 millón de dólares”, dijo el secretario de Transparencia durante su intervención.
Agregó, y soportó así la declaración del director de la campaña de Santos, que la orden clara que tenían era no recibir ninguna donación, de ninguna persona natural o jurídica, para financiar el plan para llevar a Santos a la presidencia. “Los recursos de la campaña, como lo demuestran claramente las cuentas presentadas al CNE, provienen exclusivamente y en su totalidad de los dineros de la reposición de votos prevista en la ley colombiana”, añadió Enciso, quien retó a mostrar pruebas de encuentros o reuniones para pactar las contribuciones a la campaña, haciendo alusión a la ya conocida reunión que sostuvieron en Brasil el estratega Duda Mendonça, el excandidato presidencial Zuluaga, y el hoy senador Iván Duque (Centro Democrático).
Y aunque Enciso en su declaración quiso hacer pasar la acusación de la Fiscalía como una especie de “montaje” al no existir pruebas, el ente acusador afirma haber establecido que el ex senador Otto Bula, segundo capturado en Colombia por el escándalo Odebrecht, tramitó dos giros que sumaron entre sí 1 millón de dólares. Pero esto para el gobierno es un choque de versiones entre “un delincuente” y la campaña. “Es entonces la palabra de un delincuente que busca a cualquier precio beneficios judiciales contra la palabra del gerente de la campaña”.
Pese a rechazar categóricamente los señalamientos, la Presidencia pidió a la Fiscalía que continúe adelantando las investigaciones correspondientes al escándalo de sobornos que hoy sorprende al continente por los nombres y actos que se han visto relacionados con el pago de coimas que reconoció la constructora brasileña. Según Enciso, cuando concluyan estas investigaciones, el país se dará cuenta de que nuevamente son acusaciones falsas.