Analistas prevén que el impacto negativo de los aranceles en el crecimiento de China llegue a entre 10 y 20 puntos básicos del PIB.
Goldman Sachs prevé que China adoptará una política monetaria ligeramente más expansiva debido a la riña comercial que ha llevado a Washington y a Pekín a imponer mutuamente aranceles a sus importaciones, aunque estimó que la disputa tendrá un impacto limitado en el crecimiento de la segunda mayor economía del mundo.
El viernes, el Gobierno del presidente Donald Trump impuso aranceles a las importaciones de productos chinos por un valor de US$50.000 millones, en una decisión que se sumó a las fuertes tarifas aplicadas a compras estadounidenses de acero y aluminio a comienzos de junio.
China respondió más tarde anunciando aranceles en represalia sobre las compras de productos estadounidenses que van desde la soja a automóviles.
Analistas de Goldman Sachs dijeron este lunes que prevén que el impacto negativo de los aranceles en el crecimiento de China llegue a entre 10 y 20 puntos básicos del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que los efectos en la inflación de China serían "modestos, en el orden de 10 a 20 puntos básicos".
"Los aranceles anunciados deberían tener un impacto relativamente menor en términos macroeconómicos, pero claramente existe un riesgo de que la situación escale", dijeron analistas del banco en una nota enviada a clientes tarde el domingo.
Goldman también ajustó sus estimaciones sobre el encaje bancario de China y la tasa repo a 7 días del país, la herramienta que maneja el banco central para regular los niveles de liquidez en el sector financiero, a fin de reflejar "la expectativa de una política monetaria ligeramente menos restrictiva en el futuro", escribieron.
El banco de inversión redujo su proyección sobre la tasa repo a 7 días a 2,75% hacia finales del año, desde 3%, y dijo que espera que el Banco Popular de China reduzca su encaje bancario (RRR) en 50 puntos básicos por trimestre en lo que queda del año.
En abril, el banco central chino inesperadamente redujo el encaje bancario en 100 puntos básicos, a 16% en el caso de las grandes instituciones, y a 14% para los prestamistas más pequeños.