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Goleador en la red... social
Martes, Diciembre 20, 2016 - 07:42

Max Rauhofer jugó en España y Argentina, pero llegó a su último club en Estados Unidos gracias a Facebook.

El Observador | Las redes sociales ponen en tela de juicio a la distancia. Nos acercan a la instantaneidad de hablar en tiempo real con una persona del otro lado del océano mientras nos aísla del que tenemos al lado. En esas plataformas los futbolistas se comunican con sus familias, postean fotos, comparten videos e interactúan con sus fanáticos. Ahora también consiguen trabajo.
 
"Yo estaba libre, había terminado mi contrato en Argentina y en esa veo que me había agregado al facebook un jugador que yo había enfrentado en Estados Unidos en el 2015. Lo reconocí por la foto y nos pusimos a charlar. En un momento me dijo que estaba en un nuevo club y que precisaban un delantero. Me preguntó si tenía ganas de ir y así arranque", cuenta Max Rauhofer.
 
Así llegó el delantero de 26 años a la ciudad de Irving en California, situada a 40 minutos de auto de Los Ángeles y donde el condimento multicultural es rutinario: "Hay muchos hindúes, asiáticos y latinos. La ciudad es muy segura y la gente es muy amable, educada y cordial. Hay mucha planificación y control, todos cumplen las reglas sociales porque son como 20 millones de personas en Los Ángeles y si no hay un orden pasa cualquier cosa".
 
"Irving es una zona residencial muy bonita, hay cero movida porque el centro de todo está en Los Ángeles. El nivel de vida en Estados Unidos es muy superior al de acá, otra cosa, el sistema social está muy simplificado. En Irving hay muchos complejos de edificios y está situada entre las ciudades que tienen el metro cuadrado más caro de Estados Unidos", agrega quien vive entre la tranquilidad de una ciudad aislada del epicentro mediático y cultural del país.
 
"El DT (el inglés Barry Venison) está loco, grita y se enloquece en los partidos pero estudia mucho al rival. Vos vas a jugar con toda la información. Él sabe todos los movimientos del rival, el estilo y como ganar".
 
Rauhofer, que debutó en Primera División en Liverpool, tuvo dos pasajes por la United Soccer League de Estados Unidos. Primero con Real Monarchs de Utah y luego con Orange County Blues de California por lo que jugó y vivió en dos ciudades que parecen mundos diferentes entre el conservadurismo del primero y la locura angelina: "Son estados muy diferentes. En Los Ángeles está toda la movida del país y en Utah es mucho más conservador y tranquilo. Hay otras leyes también. Si te agarran borracho en la calle vas preso por ejemplo y los boliches cierran muy temprano porque es una ciudad muy religiosa. Igual yo la pasé mejor en Utah porque había más latinos, aunque la playa de California lo hace un lugar más atractivo".
 
 
En California le tocó vivir de cerca las elecciones de Estados Unidos que significaron la vuelta al gobierno del Partido Republicano tras el triunfo de Donald Trump: "En Irving no había ni banderas, cero movimiento, pero en Los Ángeles viví todas las protestas cuando ganó Trump. Había manifestaciones multitudinarias pero siempre pacíficas. La Policía miraba. Todo el mundo salió a manifestarse en contra pero con mucho respeto". En California ganó la demócrata Hillary Clinton con el 61% de los votos.
 
En una ciudad cosmopolita por naturaleza, la mixtura en el vestuario fue una clave a resolver: "En el vestuario encontrás jugadores de Jamaica, Bélgica, España, Suiza, Inglaterra, México, Rumania, Trinidad y Tobago, Estados Unidos y Uruguay y nos manejamos en inglés. Pero hay que ponerle buena onda para entenderse (risas)".
 
Max Rauhofer vive entre goles, de cara a la red del arco y en la red social que le abrió otra puerta en el fútbol del exterior.
 
Anécdotas en el exterior
 
De su primera experiencia en Estados Unidos viajó directamente a Argentina para jugar en la B Nacional para el Guillermo Brown: “A mí me gustó mucho ese pasaje en Argentina. El club queda en La Patagonia, muy lejos de Buenos Aires y con un frío que te morías pero la experiencia fue muy buena. Estaba con Martín Bonjour con quien ya había jugado en Liverpool y eso hizo todo más fácil. Andábamos juntos para todos lados. A nivel deportivo nos fue bien, teníamos un equipo ordenado y nos salvamos del descenso varias fechas antes. La B Nacional me encantó”.
 
En su etapa de juveniles tuvo la posibilidad de irse a jugar a España: “Irme a Albacete de tan joven fue genial por lo que aprendí. Pichón (Héctor) Núñez me llevó con 16 años. Estuve dos años y viví de todo, le ganamos a Barcelona, a Real Madrid y pude jugar la Copa del Rey. Conocí un fútbol distinto pero me vine porque en los últimos meses me agarró una etapa de angustia. Yo me fui solo, extrañaba bastante y cuando me pude venir me vine”. Ante Barcelona enfrentó a Jonathan Dos Santos (hoy en Villareal) y a Oriol Romeu que tras debutar en la Primera blaugrana fue transferido a Chelsea.

Autores

Danilo Costas/ El Observador