Dice la Ley 12 de 1984, por la cual se adoptan los símbolos patrios de Colombia, en su artículo tercero: “El escudo de armas de la República tendrá la siguiente composición: el perímetro será de forma suiza, de seis tantos de ancho por ocho de alto, y terciado en faja. La faja superior, o jefe en campo azul lleva en el centro una granada de oro abierta y graneada de rojo, con tallo y hojas del mismo metal. A cada lado de la granada va una cornucopia de oro, inclinada y vertiendo hacia el centro, monedas, la del lado derecho, y frutos propios de la zona tórrida, la del izquierdo. La faja del medio, en el campo de platino, lleva en el centro un gorro frígido enastado en una lanza”.

 

¿Frígido? Según la definición de la Real Academia de la Lengua, significa “que padece frigidez, es decir, ausencia de deseo o goce sexual. Y sí, eso dice la ley que aprobaron hace 33 años los padres de la Patria, que se tramitó con ese error que hace del blasón nacional un emblema con connotación sexual, pues dice “gorro frígido” en vez del histórico “gorro frigio” que simboliza la libertad.

 

El tremendo gazapo fue detectado por un grupo de estudiantes de la Cátedra de Periodismo Ciudadano e Investigación de la Fundación Universitaria Los Libertadores de Bogotá, que encontraron que dicha ley de 1984 “pasó” en alto el grave error, tanto en el Congreso como en el Gobierno Nacional, que la promulgó, lo que le da una connotación sexual al símbolo patrio, pues no es lo mismo un gorro frigio que un gorro frígido.

En efecto, el gorro frigio es una suerte de caperuza, de forma aproximadamente cónica pero con la punta superior curvada. Se asume que esta prenda de vestir tiene su origen en la región de Frigia, Asia Menor, en la actual Turquía. Fue utilizado simbólicamente por los asesinos del emperador romano Julio César y quizás por esa razón, durante la Independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa, fue adoptado como símbolo de la libertad.

 

En el siglo XIX, el gorro frigio se consagró definitivamente como símbolo internacional de la libertad y el republicanismo. Durante los siglos XIX y XX ha sido utilizado en ese sentido en la simbología nacional de varias repúblicas, entre ellas varias americanas.

 

Pero, advirtiendo que en Colombia, mediante el decreto 1.967 de 1991 está prohibido hacer un acto de burla frente a los símbolos patrios, los estudiantes concluyen que de acuerdo con la ley y la misma definición de la Real Academia Española, el escudo de Colombia debería tener un gorro que padece de frigidez o ausencia de goce sexual. O en la segunda acepción, un gorro frío. Y en esos sentidos, no podría más que tener el significado sexual de un glande enastado en una lanza.

 

Y con ironía concluyen: “Si nos atenemos al texto de la norma que adoptó dichos símbolos, la franja central debería tener un glande con ausencia de deseo sexual: un gorro frígido. Tal vez tan frígido como las normas que aprueban en el Congreso sin darse cuenta. Y los alcaldes deben sancionar a los presidentes, congresistas, militares, diplomáticos, magistrados, gobernadores y a los mismos alcaldes, que usan un escudo nacional que no es el que figura en la ley”.

El Espectador