Estos dispositivos funcionan como refrigeradores para evitar su pérdida en los tratamientos para el cáncer de mama.
Reuters Health. Las mujeres que reciben quimioterapia para el cáncer de mama son más propensas a mantener la mayor parte de su cabello con la ayuda de dispositivos que enfrían el cuero cabelludo, de acuerdo con dos nuevos estudios.
Los dispositivos funcionan como refrigeradores mediante el envío de líquido en un casco especial para enfriar el cuero cabelludo antes, durante y después de los tratamientos de quimioterapia. El enfriamiento probablemente protege el cabello al estrechar los vasos sanguíneos en el cuero cabelludo y reducir la actividad química.
"Creo que es una herramienta muy emocionante, porque la pérdida del cabello es una manifestación tan horrible de la quimioterapia", dijo el doctor Harold Burstein, especialista en cáncer de mama en el Instituto de Cáncer Dana-Farber y profesor asociado en la Escuela de Medicina de Harvard en Boston.
"Si usted es una madre con niños pequeños, un profesor en un salón de clases o un abogado corporativo, la parte visible de la experiencia de la quimioterapia ha sido realmente la pérdida de cabello", comentó a Reuters Health.
Los gorros de enfriamiento son relativamente nuevos en los Estados Unidos, pero están establecidos en otros países, según uno de los nuevos estudios publicados en JAMA.
Las barreras para su uso en los Estados Unidos incluyen una falta de aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y preguntas sobre su seguridad y efectividad.
Para los nuevos estudios, un equipo de investigadores liderado por la Dra. Hope Rugo de la Universidad de California y del San Francisco Helen Diller Family Comprehensive Cancer Center, y otro equipo dirigido por la Dra. Julie Nangia del Baylor College of Medicine en Houston, probaron la efectividad de dos gorros de enfriamiento diferentes.
El equipo de Rugo probó un dispositivo conocido como DigniCap en 122 mujeres que estaban siendo tratadas para un estadio uno o dos de cáncer de mama en cinco centros médicos.
Las mujeres usaron la gorra durante 30 minutos antes de su tratamiento de quimioterapia, durante el tratamiento y durante 90 a 120 minutos después de que terminó. La temperatura del cuero cabelludo se mantuvo a 3 grados Celsius (37 grados Fahrenheit) durante el tratamiento.
Se tomaron fotografías de los cabellos de los participantes y el cabello sobre el curso de sus tratamientos. Las mujeres midieron su pérdida de cabello en base a esas imágenes.
Cuatro semanas después de su último tratamiento de quimioterapia, alrededor del 66% de las mujeres estimó que habían perdido menos de la mitad de su cabello.
Los resultados del estudio también sugieren que las mujeres que usan los gorros de enfriamiento tienen una mejor calidad de vida. Un puñado de mujeres usando la gorra informó dolores de cabeza leves y sólo tres abandonaron debido a la sensación de frío.
El equipo de Nangia informó sobre 142 mujeres en siete centros médicos que fueron asignados al azar al Sistema de Prevención de Pérdida de Cabello Orbis Paxman o sin enfriamiento del cuero cabelludo mientras recibían quimioterapia para la etapa uno o dos de cáncer de mama.
Como en el estudio de Rugo, el dispositivo de refrigeración del cuero cabelludo se usó antes, durante y después del tratamiento. La pérdida de cabello fue evaluada por un trabajador de la salud.
Después de cuatro tratamientos de quimioterapia, aproximadamente el 51% de las mujeres que usaban el dispositivo de refrigeración aún conservaban por lo menos la mitad de su cabello, en comparación con ninguna de las mujeres que no habían usado una gorra refrigeradora.
A diferencia del estudio de Rugo, el equipo de Nangia incluyó a mujeres que recibieron quimioterapia basada en antraciclinas, en las que es menos probable que la caída del cabello sea inhibida por gorros de enfriamiento. Alrededor del 16% de las mujeres que recibieron este tipo de quimioterapia mientras usaban los dispositivos de enfriamiento mantuvieron al menos la mitad de su cabello.
Nangia dijo a Reuters Health que las diferencias en los resultados en los diferentes centros médicos probablemente se debían a la inadecuada colocación de los gorros en las cabezas de los participantes. Sin embargo, la colocación mejoró a medida que avanzaba el estudio.
Además, advirtió que siempre habrá pérdida de cabello, incluso con los gorros de enfriamiento.
"Yo diría que la mayoría de las mujeres tendría un adelgazamiento de hasta el 30% de su cabello", indicó Nangia.
Rugo comentó que las mujeres que reciben quimioterapia para el cáncer de mama pueden preguntar sobre gorros de refrigeración, pero sólo un dispositivo -el DigniCap- es aprobado por la FDA para ser comercializado en los EE.UU.
"Creo que el mayor problema para los pacientes es el costo y el hecho de que tengan frío", señaló a Reuters Health.
El gorro de enfriamiento no está cubierto actualmente por el seguro y los pacientes probablemente tendrán que pagar alrededor de US$ 1.000 a US$ 2.000 por sesión, dijo Rugo.