La posibilidad de infarto agudo al miocardio fue mayor con dosis más altas y durante el primer mes de uso. Se analizaron los resultados en 446.763 personas, de las cuales 61.460 tuvieron un ataque al corazón.
En lo que constituye una nueva e inquietante alerta sobre el tema, un nuevo estudio de la Universidad de Montreal sugiere que las personas que usan fármacos antiinflamatorios no esteroideos (NSAIDs por sus siglas en inglés), comúnmente recetados para tratar el dolor y la inflamación, podrían aumentar el riesgo de sufrir un ataque al corazón tan pronto como en la primera semana de uso y, especialmente, durante el primer mes al tomar dosis altas de estos medicamentos.
Por lo anterior, los científicos piden a los médicos y pacientes que sopesen los riesgos y beneficios del ibuprofeno, diclofenaco, celecoxib y naproxeno
Estudios previos sugirieron que tanto los AINEs (anti inflamatorios no esteroideos) tradicionales como los AINE selectivos de la COX 2 podrían aumentar el riesgo de infarto agudo de miocardio (ataque cardíaco), pero el momento del riesgo, el efecto de la dosis, la duración del tratamiento y los riesgos comparativos entre los mismos AINE fueron mal comprendidos.
Por ello, un equipo internacional de investigadores liderado por Michèle Bally del Centro de Investigación del Hospital de la Universidad de Montreal (CRCHUM), entonces estudiante de doctorado en epidemiología en la Universidad de McGill en Canadá, se propuso caracterizar los riesgos de ataque al corazón asociados con el uso de AINEs orales bajo condiciones de vida real.
Para su estudio, los investigadores llevaron a cabo una revisión sistemática y un metanálisis de estudios relevantes de diversas bases de datos de salud, incluyendo las de Canadá, Finlandia y el Reino Unido.
Colectivamente, analizaron los resultados en 446.763 personas, de las cuales 61.460 tuvieron un ataque al corazón.
Los AINEs de interés para los investigadores fueron celecoxib, los tres principales AINEs tradicionales (diclofenac, ibuprofeno, naproxeno) y rofecoxib. Para proporcionar orientación, los investigadores presentaron sus resultados como probabilidades de tener un ataque al corazón. Examinaron varios escenarios que correspondían a cómo la gente podría usar estos fármacos de forma rutinaria.
El estudio encontró que tomar cualquier dosis de AINE durante una semana, un mes o más de un mes se asoció con un mayor riesgo de ataque cardíaco. El naproxeno se asoció con el mismo riesgo de ataque al corazón que el documentado para otros AINE. Con celecoxib, el riesgo fue menor que para rofecoxib (Vioxx) y fue comparable al de los AINE tradicionales.
En general, el aumento del riesgo de un ataque al corazón es de alrededor del 20 al 50% si se utilizan AINEs en comparación con el no uso de estos medicamentos. Para poner esto en perspectiva, como resultado de este aumento, el riesgo de ataque al corazón debido a los AINE es en promedio alrededor del 1% anual. El tipo de análisis que los investigadores usaron les permitió concluir con más del 90% de probabilidad de que todos los AINEs estudiados estuvieran asociados con un mayor riesgo de ataque cardíaco.
Otros análisis sugirieron que el riesgo de ataque cardíaco asociado con el uso de AINEs fue mayor con dosis más altas y durante el primer mes de uso. Con una mayor duración del tratamiento, el riesgo no parecía seguir aumentando, pero los investigadores advierten que no estudiaron los ataques cardíacos repetidos de tal manera que sigue siendo prudente el uso de AINEs durante el menor tiempo posible.
Se trata de un estudio observacional basado en la prescripción o dispensación de fármacos y no todos los factores potencialmente influyentes podrían ser tenidos en cuenta.
Aunque esto significa que no se pueden hacer conclusiones acerca de la causa y el efecto, los autores dicen que su estudio fue la investigación más grande de su tipo y que su origen en el mundo real ayudó a asegurar que los hallazgos son ampliamente generalizables.
Los investigadores también hacen hincapié en las ventajas de compartir datos de pacientes "de-identificados", ya que esto ayuda a tomar decisiones de salud que pueden mejorar el cuidado del paciente.
Concluyen: "Dado que el inicio del riesgo de infarto agudo de miocardio ocurrió en la primera semana y apareció mayor en el primer mes de tratamiento con dosis más altas, los prescriptores deben considerar el balance de los riesgos y beneficios de los AINEs antes de instituir el tratamiento".