El ex presidente de la Fed, sin embargo, desestimó enérgicamente la idea ampliamente extendida de que la Reserva Federal mantuvo las tasas de interés altas por demasiado tiempo.
Washington. En una detallada evaluación de las causas de la crisis financiera, el ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan, reconoció una serie de fallos de regulación, pero rechazó enérgicamente la idea ampliamente extendida de que la Fed mantuvo las tasas de interés altas por demasiado tiempo.
"Fuimos atraídos a un estado de autocomplacencia por las modestamente negativas consecuencias del colapso de las bolsas en 1987 y la burbuja de las puntocom", dijo Greenspan en un documento titulado "La Crisis", que presentará este viernes en una conferencia de Brookings Institution.
"Según los datos históricos, creíamos que cualquier declive en los precios de los hogares sería gradual. No se percibieron problemas desestabilizadores de deuda bajo esas condiciones".
La reputación de Greenspan ha sido empañada por la crisis. Cuando dejó su cargo en enero de 2006 era admirado como uno de los mejores banqueros centrales de la historia, pero ahora es culpado por muchos por defender la desregulación y mantener bajas las tasas durante la década de los 90 y 2000.
En el análisis de 48 páginas sobre las causas y consecuencias de la crisis, Greenspan reconoció que el sistema de regulación falló, que los funcionarios de la Fed no tomaron lo suficientemente en serio los riesgos que se gestaron en el mercado de hipotecas de alto riesgo durante la última década, que los reguladores no exigieron a los bancos que reservaran suficiente capital y que él no hizo lo suficiente para ponerle freno a los "megabancos" que representaban un riesgo para el sistema financiero.
Sin embargo, ofreció una enérgica defensa de las políticas de tasas de interés durante su mandato.
Las tasas bajas jugaron un papel en el crecimiento de la burbuja inmobiliaria en la última década, dijo Greenspan. Pero no fueron las tasas a corto plazo que él controlaba.
Fueron las tasas a largo plazo, las cuales fueron presionadas a la baja por un diluvio de ahorros desatados por los mercados emergentes en el sistema financiero global.
"¿Podría haberse prevenido el colapso que devastó a los mercados financieros globales?", se preguntó Greenspan.
"Dado el inadecuadamente bajo nivel de capital financiero intermedio (es decir apalancamiento excesivo) y dos décadas de prosperidad virtualmente ininterrumpida, baja inflación y bajas tasas de interés a largo plazo, lo dudo mucho”, puntualizó.