Escritor de pluma atractiva, Asturias es –para muchos- el primer cultor del realismo mágico. Recibió el máximo premio de la Academia Sueca en 1967 y dejó obras como “El señor presidente” y "Mulata de tal".
“Este recinto cultural nos muestra a una figura pública de Guatemala reconocida a nivel internacional y que trascendió, sin embargo, no teníamos ningún museo que estuviera dedicado a él. Para nosotros es importante que las nuevas generaciones lo conozcan en toda su dimensión”, comenta Rafael Mexicano Díaz, del Club Rotario Ciudad de Guatemala, entidad que junto al Museo Casa Santo Domingo, se encarga del proyecto que ve la luz este miércoles.
El museo alberga objetos personales como guantes, trajes, sombreros, apuntes y primeras ediciones de algunos de los libros de Asturias, entre ellos: “El señor presidente” y “Comiendo en Hungría”, escrito junto a Pablo Neruda.
El museo Miguel Ángel Asturias se inaugura el miércoles 10 de diciembre. A las 9 horas se disertará la conferencia “Coloquio sobre la obra de Miguel Ángel Asturias”, a cargo de José Barnoya, Gonzalo Asturias y Lizzy de Gereda.
A 115 años de su natalicio y a cuarenta de su fallecimiento, el museo recuerda la figura de Asturias como un revolucionario, con fuertes convicciones, que contribuyó a la liberación de las dictaduras militares de su país en la década de los 40. Su aporte en general fue grande al arte y a la literatura del país. Dejó obras maestras, poesía, teatro y valiosos ensayos.
Incluso, aunque se le atribuye a García Márquez el título de padre del realismo mágico, un estilo literario que lanzó al colombiano al éxito mundial, para muchos estudiosos literarios Asturias comenzó antes con creaciones de ese corte.
"Asturias fue el primero que cultivó el realismo mágico en América Latina. El padre de la expresión fue el pintor alemán Franz Roh, en 1925. Y luego siguieron esa línea Juan Rulfo y Alejo Carpentier. García Márquez llegó mucho después. Pero como se volvió mediático, todo el mundo cree que él inventó ese estilo", explica el escritor guatemalteco Mario Roberto Morales.
Nobel de Literatura en 1967, Asturias trasciende en las letras universales, subrayando Morales que el autor es "una versión estética de nuestra interculturalidad".
Para los investigadores, Asturias dejó a todas las personas de habla hispana una lengua de lujo.
