"La literatura y la música me ayudaron a resolver el shock que viví al llegar a la capital", comenta Joselo Rangel sobre su reciente libro.
"La música también necesita de la literatura. Y si ésta no existiera, seguramente viviríamos en un mundo gris, aburrido y menos feliz", asegura Joselo Rangel, guitarrista del grupo Café Tacvba y escritor que presenta "One hit wonder", su más reciente antología de cuentos.
“Debo decirte que siempre tuve la fantasía de ser escritor. Es más, fantaseé con eso antes de querer ser músico, así que mi acercamiento a la música está directamente vinculado con las letras”, asegura.
Así, los fans de esa banda que nació en 1989 podrán conocer los sueños, las obsesiones y fantasías que habitan en la cabeza de Joselo, a través de veinte cuentos de ácido, amor, locura y desparpajo.
Y aunque es cierto que muchos conocen las andanzas literarias de este rockero literario, pocos imaginan a este guitarrista mordisqueando cuentos de esta factura, catalogados por Bernardo Fernández BEF como mucho mejores que sus propias letras.
“En realidad quiero decirte que como escritor tampoco tengo un plan maestro en el que quiera mostrar algo específico. Sólo son cuentos que me salen. Así que este volumen es una puerta de entrada a mi cabeza, a lo que pienso, ese espacio donde no quiero tomar en serio todo, sin dejar de provocar algo en quienes quieran leerlos”, apunta.
“La literatura es mi compañera de toda la vida, el lugar donde leo a gusto, un espejo donde me encuentro a mí mismo y me descubro, y acaso ese espacio abstracto que amplía mi conocimiento”, asevera.
Al hablar de la relación entre la música y la literatura, el autor de la columna "Crócknicas marcianas" en el diario mexicano Excélsior desde hace más de ocho años, se remite a las raíces evidentes y ocultas que existen dentro en las letras de Café Tacvba.
“La más conocida, aunque no es una canción mía es: Las batallas, basada en Las batallas en el desierto, de José Emilio Pacheco. Pero también hay otras como: El baile y el salón que es esta canción que se me ocurrió cuando leí Haciendo el amor con música, de D. H. Lawrence”.
Otros guiños vienen en los títulos de letras como: El fin de la infancia a partir del libro El fin de la infancia el título de una novela de Arthur C. Clark; o Trópico de Cáncer, que es una canción de Rubén Albarrán, que traza otro guiño con la novela homónima de Henry Miller; y una referencia más reciente está en el libro One flew Over the Cuckoo’s Nest de Ken Kesey, donde aborda los viajes con LSD, que inspiró Andamios.
Pero, ¿por qué un músico escribiría ficción?. “Porque a mí la literatura me ha salvado de muchas cosas. Por ejemplo, cuando vine desde Minatitlán, Veracruz, a la capital con un cambio que me resultó en un shock muy fuerte y que sólo la literatura y la música me ayudaron a resolver”.