Gracias al uso de giroscopios, el guante GyroGlove es capaz de reducir hasta un 80% los temblores en la mano de pacientes con Parkinson, lo que les puede ayudar a escribir o emplear utensilios.
Blog ThinkBig/Antonio Sabán. La enfermedad de Parkinson es uno de los trastornos neurodegenerativos más problemáticos y extendidos que existe. Las personas que lo padecen ven alterada su función cognitiva, la expresión de las emociones y la autonomía individual. Gracias a la ingeniería genética y el manejo de enzimas se han conseguido muchos avances en investigación desde hace años, pero de manera externa, una de las soluciones más prometedoras es la creación -por parte de un estudiante del Imperial College London, llamado Faii Ong- de un guante que reduce los temblores en la mano hasta un 80%.
Teniendo en cuenta que los problemas motrices suponen uno de los mayores problemas del Parkinson, con mayor relevancia en los primero estadios, la aportacion de GyroGlove, nombre con que se ha bautizado el proyecto, es esencial. La primera parte del nombre explica su funcionamiento, y es que en el guante se emplean giroscopios como los que estamos acostumbrados a ver en los smartphones, que ahora ayudan no sólo en juegos o en aplicaciones, sino también en gafas de realidad virtual.
El mecanismo en similar, guardando las distancias, a los que se emplean en los satélites espaciales para mantener la estabilidad. Aquí, lo bueno es que son regulables según el grado de enfermedad del paciente. Antes de emplear giroscopios, intentaron llevar el proyecto a la práctica con pulseras de goma, muelles y otros componentes, que resultaban más baratos, pero no lograron que funcionase. El prototipo se ha fabricado a raíz de que Faii Ong y sus compañeros han conseguido financiación para llevar a cabo el proyecto, porque el desarrollo de algo así no es posible sin materiales, sensores y maquinaria de alto coste.