Mientras el dominio de habilidades duras se reduce a determinadas industrias, las habilidades llamadas blandas son transversales.
Varias de las habilidades que demandan las organizaciones fueron impulsadas por la pandemia. Muchas de estas están relacionadas con la transformación digital que están experimentando varias empresas.
"Estamos viviendo el cambio más importante de la fuerza laboral desde la Segunda Guerra Mundial, y es una tendencia que continuará. Las habilidades más demandadas en la fase inicial de la crisis son completamente distintas a las que las organizaciones buscan hoy”, indica Andrea Gamboa, gerente de People & Culture de ManpowerGroup Chile.
Es así como las organizaciones post pandemia buscan en general talentos más afines a situaciones de fuertes cambios, con una alta capacidad de comunicación, junto con un sentido muy agudo de la prioridad y también altos niveles de adaptabilidad.
A estas les siguen cualidades como pensamiento analítico, la capacidad para construir relaciones y la empatía, que de forma complementaria a las habilidades técnicas o profesionales, son claves en la construcción de los perfiles que las compañías buscan.
Y en efecto, hoy no basta con tener un talento desarrollado. Es crucial adaptarlo a condiciones adversas, no solo para sentirse a gusto en el entorno laboral, sino que para sacar el máximo rendimiento posible en busca de los objetivos de la organización en contextos de mucha incertidumbre, dando una relevancia equivalente tanto a la cultura interna como al negocio en sí.
“Un ejemplo muy gráfico de lo anterior se da en la industria de la ciberseguridad. Dado el contexto y el trabajo a distancia, la protección de los datos es un tema cada vez más preocupante, y ello trae consigo una importante demanda de profesionales de desarrollo de software y analistas de datos, pero el campo de las habilidades duras se reduce a determinadas industrias. Por el contrario, las habilidades blandas han ganado un gran terreno y de manera transversal. De hecho, son las más importantes, tanto en los trabajadores como en los propios líderes”, agrega la ejecutiva, señala Gamboa.
Se trata del comienzo de la denominada “Revolución de las Habilidades”, fenómeno que llegó para quedarse y que ofrece solo beneficios, siempre que las organizaciones logren consolidar culturas y retener talentos.