El escritor mexicano revela que el cineasta francés Sebastián del Amo llevará a la pantalla grande las andanzas del detective Sunny Pascal.
Dentro de la novela policiaca, hay personajes que resultan entrañables. Sherlock Holmes, Auguste Dupin, Kurt Wallander, por mencionar algunos, han superado la frontera del tiempo y aún se conservan en la memoria de los lectores. Dentro de la novela negra mexicana, inevitable resulta recordar a Filiberto García y Belascoarán Shayne. Con Por un puñado de balas (Océano exprés, 2016), Francisco Haghenbeck trae de nueva cuenta a la escena literaria a Sunny Pascal, un detective que ya pertenece a un grupo selecto de personajes inolvidables.
“Siempre me ha gustado el cine. Sentía que para contar lo que me interesaba decir en esta novela, y en las otras dos que componen la trilogía de Sunny Pascal, Trago amargo y El caso tequila, funcionaba bien un ritmo vertiginoso, muy visual, que prácticamente fuera como una película. Porque si estaba hablando de cine, tenía que ser como cine, no podía ser reflexivo ni introvertido. Con Sunny Pascal resulta muy bien, tan es así que ya se va a filmar Trago amargo. Sebastián del Amo la encontró muy filmable y espero que el próximo año la veamos en las pantallas”, asegura el autor.
“Este personaje es un bocafloja y considero que tiene que ver, entre la gran variedad de protagonistas de este tipo de novelas policiacas, con Belascoarán, de Taibo, y con Marlowe, de Chandler.
“Sunny es el perfecto perdedor. Es muy inseguro de sí mismo y sarcástico, pero él sabe que es el perfecto perdedor. Eso refleja mucho el sentimiento del mexicano, porque somos muy parranderos y con mucho humor, pero siempre sentimos que somos los grandes perdedores. Me identifico mucho con él, yo creo que es lo que a mí me gustaría ser. Él es todo lo que no soy”, afirma el también guionista.
En Por un puñado de balas, el lector se topará con una atmósfera cinematográfica. Entre Sergio Leone, Luis Buñuel, Clint Eastwood, Lee Van Cleef, Klaus Kinski, entre otros, y con Almería como fondo en los años sesenta, Pascal tratará de encontrar la tumba de Imelda Fregoso, lo cual desenterrará una serie de asuntos referentes a la Guerra Civil española y la corrupción existente en un país que buscaba olvidar todo el asunto de sus muertos. Además, como encargo especial de Buñuel, Pascal irá a España a matar, en el concepto surrealista, a Salvador Dalí.
"Me gustan mucho los sesenta. Hay un dejo de nostalgia de mi parte a esa época: la moda, las películas, la música, los actores: el glamur, en suma. En las tres novelas de la serie funciona muy bien esta época, porque la gente creía que existían los buenos y los malos, que todo era blanco o negro, entonces era muy fácil navegar en estas aguas; pero también demuestro que hay grises, que hay matices. Es parte del chiste del libro", agrega.
“Esta novela quería ser un homenaje de Buñuel. Él nunca cambió su opinión política, era un creyente de la República, por eso quería poner un toque del autor de Viridiana, además de mostrar su relación con Dalí y cómo una amistad se rompe por posiciones políticas”, comenta.
Al inquirirlo acerca de lo antisolemne de Por un puñado de balas, afirma que lo sarcástico es un acierto en la literatura: “Traté de quitarle lo solemne. En la novela negra hay una gran variedad de cosas, desde lo serio hasta lo delirante. La mía es más una novela de humor y sobre todo, busqué divertirme, ya que si yo no lo hacía, el lector tampoco".
“En México, la literatura se murió cuando se cayó el avión de Jorge Ibargüengoitia. Nos hizo mucho mal ese grupo de escritores solemnes y creo que tenemos que aprender a reírnos un poco más”.
Al preguntarle al autor respecto a los recientes trabajos dentro de este género, dice que se vive un buen momento. “Hay un resurgimiento de la novela negra. Lo que buscamos (los autores) es consolidar nuevos lectores. Hay una nueva generación de escritores, por ejemplo Bef, Vicente Alfonso, Bernardo Esquinca, Iván Farías, Martín Solares, y todos ellos con una gran calidad, y estoy seguro de que seguirán escribiendo excelentes novelas policiacas. Vamos por buen camino”, concluye.