De manera formal en jornadas de reclutamiento profesional e informalmente gracias a las relaciones personales, las aulas de MBA se convierten en una fuente de futuros profesionales para los cazadores de talentos.
Una de las principales característica de las clases MBA son las relaciones profesionales que se entablan. En ellas se crea un ambiente en el que se comparten experiencias de trabajo, se analizan casos y tanto alumnos como profesores interactúan. Las escuelas de negocios se convierten en un buen lugar para los headhunters, quienes acuden a las universidades en busca de talento.
Tanto de manera formal como informal, las salas de clases se convierten en una vitrina de profesionales donde muestran todo su potencial. De forma informal, se realizan alianzas y cohesiones entre los alumnos, mientras que formalmente, las principales casas de estudios organizan jornadas de reclutamiento donde todos los estudiantes exponen sus perfiles para que cazatalentos de medianas y grandes empresas se fijen en ellos.
Los cazatalentos buscan a los mejores profesionales disponibles para trabajar a nivel local, regional y global. Normalmente no se enfocan en nacionalidades, sino en estudiantes que tengan madurez personal y profesional, experiencia, idiomas, habilidades y potencialidades para las distintas tareas. Se basan normalmente en los perfiles que sus clientes requieren para los distintos puestos.
El director de Career Services de Incae Business School, Neil Camacho, explica que “para facilitar este proceso, Career Services Incae aplica el test BTSA o Benziger Thinking Styles Assessment, que es muy útil para que los estudiantes conozcan su modo de pensamiento dominante, y los headhunters faciliten sus procesos”.
Como la mayoría de las casas de estudio, Incae organiza anualmente una semana de reclutamiento donde "los empleadores encuentran que los estudiantes de Incae cuentan con un MBA competitivo a nivel internacional, y además poseen experiencia profesional para trabajar en equipos multinacionales y multidisciplinarios, así como amplios conocimientos de cómo hacer negocios con y desde América Latina", comenta el director de Career Services.
En estas jornadas de reclutamiento, “las escuelas elaboran unos directorios con los perfiles profesionales de todos los alumnos y, a partir de eso, las empresas eligen a los candidatos que más se ajustan al perfil que buscan. Generalmente son empresas medianas y grandes, consultorías y bancos que parte de su modelo es buscar gente preparada que se ajuste a un perfil determinado”, relata Alex Seelenberger, MBA en Harvard Business School
Para Seelenberger, los cazatalentos informales son prácticamente inexistentes en escuelas como Harvard. "La universidad cuenta con una base de datos con la información de los alumnos, casi todo se hace formalmente, aunque no falta el caso del empresario que conoce a otro estudiante y le propone una oferta laboral”, dice.
Por su parte, Camacho opina que “los profesores, los graduados, el personal administrativo y hasta los mismos candidatos al MBA pueden ser headhunters o facilitadores de éstos. Es común que determinados estudiantes logren entrevistas y posiciones por recomendación de alguna de estas personas”. En este sentido, el directivo explica que para las escuelas de negocios es importante este tipo de relaciones, pues los head hunters buscan a ejecutivos exitosos y a estudiantes con potencial, por lo que las aulas son el mejor lugar para encontrar talentos.