La red social asiste en primeros auxilios y pretende capacitar 20.000 personas en Uruguay.
Michael vio el accidente y frenó el auto de inmediato. En vez de sacar su celular para hacer algunas fotos –como a veces la gente hace frente a siniestros que dejan sangre sobre el asfalto-, se acercó al auto y vio a una mujer con una herida de gravedad. Entonces supo que debía actuar de inmediato: cortó un pedazo de su camisa blanca y le hizo un torniquete casero. La asistencia que la mujer recibió en el acto mientras esperaba la llegada de la ambulancia resultó fundamental para que pudiera salvar su vida.
Michael sabía lo que debía hacer porque tenía muchísima experiencia como voluntario en primeros auxilios. ¿Pero qué hubiese pasado si era otra persona la que pasaba por el accidente ese día del 2015 en la localidad canaria de La Paz? Esa pregunta hizo que Michael junto a un grupo de personas pensaran en la idea de fundar Helpers, una ONG sin fines de lucro para salvar vidas en caso de emergencia mediante la creación de una red social de voluntarios que estén capacitados para ello.
"Hay quien dirá que la coincidencia que Michael pasara justo por ahí es suerte pero nosotros entendemos que la vida es algo demasiado importante como para dejarla librada a la suerte, a si justo alguien que sabe cómo actuar se cruza en esos pocos minutos que definen la vida o la muerte", dijo a El Observador el coordinador de Helpers en Uruguay, André Fremd.
La iniciativa responde a una situación problemática en Uruguay. En el país mueren a diario 26 personas por patologías cardio y cerebro vasculares, según datos del Ministerio de Salud Pública. Si bien el gobierno puso el foco en la prevención, en tanto que el 80% de las enfermedades no transmisibles son prevenibles, capacitar un ejército de voluntarios para asistir en caso de emergencias como se propone esta ONG puede generar un sensible impacto para quienes padecen ese tipo de incidentes.
"Entendemos que la vida es algo demasiado importantes como para dejarla librada a la suerte" André Fremd, coordinador de Helpers Uruguay
¿De qué forma los creadores de este proyecto imaginaron que podían hacer realidad la idea de que cualquiera puede ayudar a salvar una vida? A través de una aplicación móvil llamada "Mosqueteros" (disponible en App Store y Google Play) que permite conectarse con los voluntarios más cercanos y con las emergencias cuando se produce una emergencia.
Cuando alguien denuncia un incidente mediante la aplicación se dispara la alarma. La geolocalización ubica al voluntario más cercano, lo direcciona y calcula el tiempo de llegada. Al mismo tiempo el mensaje lo recibe un grupo de seis o siete personas que se contactan de inmediato con la persona que disparó la alarma para asistirlo por teléfono. El voluntario también recibe un llamado de parte de los coordinadores para darle soporte. "Lo que decimos siempre es que un helper nunca estará solo", dijo Fremd.
Los helpers
Michael fue el primer helper pero hoy la red ya tiene más de 1.500 personas capacitadas y aspira a educar en primeros auxilios a más de 20.000 durante el próximo año. Uno de los que se decidió capacitar para asistir en primero auxilios fue el empresario de la tecnología Sergio Fogel a quien inicialmente le habían pedido un asesoramiento respecto a que tipo de aplicación usar.
Fogel tomó un curso elemental de primeros auxilios en el liceo pero cuarenta años después –con tres hijos y sus padres mayores- volvió a entrar en un aula para aprender, por ejemplo, qué hacer en caso que una persona esté teniendo un infarto. "Aprendí que el masaje cardíaco hecho en los primeros cuatro minutos es la diferencia entre la vida y la muerte. Nunca se sabe cuando lo podés necesitar y después ya es tarde para hacer el curso", dijo a El Observador.
De hecho, al poco tiempo de haberse capacitado Fogel tuvo la oportunidad de contribuir para salvar una vida. Asistió a una persona que tenía una herida de entidad como resultado de un accidente de tránsito. La persona había quedado atrapada adentro del auto y los vecinos ya habían llamado a la ambulancia que estaba en camino. Fogel se acercó y su primera reacción fue irse. Pero se quedó y aunque confiesa que en el momento le costó reaccionar, llamó a uno de los operadores de Helpers que lo fue guiando paso a paso y le dieron la directiva clave que era necesario llamar a los bomberos dadas las condiciones del auto.
"Explican cómo proceder y cómo mantener la calma. Es importante saber controlarte a ti mismo y al entorno" Valentina Abella, capacitada por Helpers Uruguay.
"Que alguien estuviera del otro lado y que se diera cuenta que era necesario llamar a los bomberos fue importante para ganar tiempo: que no llegara la ambulancia y recién ahí se llamara a los bomberos", dijo. Su contribución junto a la intervención de una doctora permitió que la accidentada conservara su vida.
La vida de esa persona es una de las 46 que los helpers lograron salvar en estos cuatro meses desde que se puso en marcha el proyecto. Pero ellos tienen clara cuál es su función.
"No se trata de reemplazar a las emergencias móviles. Por el contrario, buscamos apoyar sembrando en cada rincón del país voluntarios capaces de brindar primeros auxilios hasta la llegada de los profesionales", explicó Fremd quien resaltó la importancia de formar parte de una comunidad que se preocupa por ayudar al prójimo desinteresadamente.
Uno de los diferenciales de Helpers es estar desde el primer momento. Así lo constató Ricky Jurfest quien fue asistido por un voluntario luego que su hijo decidiera reportar en la aplicación su desmayo en la noche. Jurfest contó a El Observador que se levantó en la media noche para asistir a su esposa que había tenido un accidente doméstico. Pero de un momento a otro él se desplomó en el piso. Su hijo activó rápidamente el protocolo de ayuda mientras llegaba la asistencia médica. Al final solo era presión baja.
La capacitación
Hace 18 años que Gaspar Reboredo enseña primeros auxilios en Uruguay y en el exterior. La gente que él entrenaba aprendía cómo salvar una vida pero, en la mayoría de los casos, si a su vecino le pasaba algo no se enteraban. Por eso cuando cuando le ofrecieron formar parte del proyecto de Helpers no lo dudó. "Vincular gente capacitada con víctimas cerró el círculo", dijo a El Obsevador.
Reboredo es el director de capacitaciones de Helpers, además de ser vicepresidente del Consejo Nacional de Resucitación. Las capacitaciones que él coordina consisten en un curso de seis horas en la que se enseña a hacer una secuencia completa de reanimación básica, dar masajes cardíacos, asistencia básica en caso de trauma, usar un desfribilador, hacer una llamada de emergencia y usar la aplicación, entre otras cosas. El entrenamiento –que es gratuito y para mayores de 16 años- también incluye la resolución de tres casos clínicos simulados. Para hacer el curso no es necesario tener ningún conocimiento previo en la materia.
"Cualquier persona está apta, incluso aquellos con alguna limitante física. Nosotros tuvimos en la capacitación a personas en silla de ruedas. No podrán hacer un masaje cardíaco pero sí sabrán como hacer una llamada de emergencia o participar en el chat colaborativo", dijo Reboredo.
El especialista subrayó que el espíritu del proyecto también es "educar en valores". "Ayudar es más que detener un sangrado o hacer un masaje. Llamar a los familiares de la víctima, tranquilizarlos y darles información también es una forma importante de contribuir", subrayó.
Valentina Abella comulga con ese mensaje y por eso fue una de las 1.500 que decidió hacer la capacitación. "Son cosas que todo el mundo debería saber", repitió varias veces en conversación con El Observador. Para ella el curso fue fundamental para aprender a mantener la calma en situaciones que normalmente está la voluntad de ayudar pero nadie sabe cómo.
Con un desfibrilador al alcance el 90% se salva
La diferencia entre asistir de forma adecuada e inmediata a una persona que, por ejemplo, sufre un infarto hace a la posibilidad de una sobre vida luego de ese episodio. "Las cosas que te ponen en riesgo son tiempo dependientes", dijo el director de capacitadores de Helpers, Andrés Reboredo. "Lo que haga el primer respondedor es lo que define la sobre vida de una víctima. Si nadie hace nada en los primeros diez minutos, la posibilidad de sobrevivir es nula", agregó. Pero en caso que haya una respuesta adecuada a tiempo las posibilidades aumentan de forma considerable. Con un desfribilador al alcance de la mano el porcentaje alcanza el 90%. La ley 18.360 hizo obligatoria la presencia de estos instrumentos en determinados lugares.