Para el Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de La Américas, es clave que los profesionales de la salud aprendan a reaccionar bien cuando se enfrenten a un paciente.
En un sistema de salud que cada vez se enfoca más en la atención primaria, el rol de los profesionales de la salud, además del médico, toman cada vez mayor importancia. Y su formación necesita estar a la altura de los nuevos tiempos.
Para Hernán Sandoval, Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de La Américas, asegura que es importante que los profesionales sepan cómo reaccionar en las situaciones reales con pacientes incluso antes de llegar a tratarlos.
Aquí es donde entran en juego las réplicas humanas que simulan personas. Pero hoy, lejos de ser un maniquí normal, la tecnología los ha llevado más lejos y, en esta institución, se utilizan en la formación de Enfermaría, Fonoaudiología, Nutrición y Dietética, Terapia ocupacional y Técnico de nivel superior en Enfermería.
En entrevista con Cluster Salud, Sandoval explica las ventajas de estas nuevas réplicas que son capaces de “respirar”, manifestar dolor, ser inyectados y presentar síntomas de diferentes problemas, y del futuro de la formación de los profesionales de la salud.
-En términos generales, ¿qué ventajas presentan estas nuevas réplicas humanas?
-Estos son más completos, tienen pulso, se les puede controlar la presión, respiran. Se les puede poner mediante una grabación u otra persona con micrófono, voz, que se quejen. Se pueden reproducir cuadros cínicos complejos que el estudiante debe reconocer.
Se ha hecho cada vez más difícil que los estudiantes tengan prácticas con pacientes reales por las restricción de la aceptación que tienen los pacientes de personas que no saben que son inexpertos y las prácticas que se pueden hacer con los pacientes. La ventaja de realizar las prácticas simuladas es poder acostumbrar a los estudiantes a que adquieran destrezas que les permitan manejarse con mayor seguridad y sin riesgos de cometer errores que son solo.
-¿Cómo ayudan a la formación de nuevos profesionales del área de la salud?
Fundamentalmente porque les da primero la oportunidad de cometer errores. Cuando se cometen errores con personas reales eso tiene consecuencias graves. Cuando se cometen errores con maniquís o con las relaciones de las personas que participan, eso puede ser identificado, analizado y reparado. Repetir el procedimiento sin cometer errores.
Pero en general el propio grupo de estudiantes se da cuenta del error y se produce entre ellos un debate. Eso tiene una gran ventaja, porque al saber los posibles errores a cometer, cuando se está ante la realidad, se puede prevenir esos errores. Es una muy importante utilidad. Uno puede simular cualquier situación o procedimiento y cuando se ha adquirido la destreza o habilidad, es mucho más fácil manejarse frente a la realidad.
En realidad lo que se trata es producir una formación de equipo, multidisciplinaria con otros profesionales. Eso es muy importante desarrollarlo. No es solo una persona, es un equipo que permite enfrentar el equipo.
-¿Qué importancia tiene hoy la enfermería?
-En Chile, la enfermería es esencial en los servicios de salud en terreno, primaria y hospitales. Las enfermeras son los artífices de grandes programas que han permitido disminuir desnutrición, grandes medidas de salud pública. El equipo de enfermería es protagonista y tienen una importancia por eso. En la práctica clínica es quien lleva la gestión del cuidado. El médico indica procedimientos, pero quien se preocupa de la ejecución directa son los enfermeros, llevan la gestión de los cuidados de los pacientes. Tienen un rol importante en el sistema de salud chileno.
-¿Cree que la formación médica debería incluir más avances tecnológicos?
-En realidad, la simulación clínica en salud se está utilizando para entrenar a los personales de salud y otros médicos en introducción de tecnologías, para antes de los pacientes. Incluso quirúrgica y aparatos para simular intervenciones. La instrucción de nuevas tecnologías es importante.
Contar con la capacidad de hacer simulación para entrenar al personas y que cuando vayan a aplicar las tecnologías tengan la capacidad de aplicarlas correctamente. Los avances tecnológicos deben ser vistos inicialmente mediante la simulación.
-¿Cree que la formación de carreras de la salud en Chile cambie frente a los nuevos pacientes migrantes?
-Es muy importante que todos los profesionales sin duda deben conocer algunos elementos culturales de la población migrante, ya sea la lengua o los significados o cómo se atribuye a cada cosa. Yo creo que más que modificar la formación hay que complementarla para tener la capacidad de enfrentar el tema los migrantes. Porque también pueden ser portadores de patologías de baja frecuencia y que para un médico no entrenado puede pasar inadvertida. No es un cambio radical, sino que son complementos que además fortalezcan las habilidades blandas en el sentido de facilitar la comprensión de los migrantes y el conocimiento de las diferencias que puedan tener en patologías. Esos son cambios que se pueden realizar complementarios a la gran línea de formación.
