Identificar si los hijos tienen alguno de un decálogo comportamientos en los que concuerdan varios expertos es un primer diagnóstico para corregirlo. Entre más tarde, más difícil es modificar el caracter.
Si un hijo hace pasar vergüenzas en público y protagoniza rabietas siempre que no se le compra algo, claramente es un niño malcriado. Así lo subraya la psicóloga Tais Pérez, quien ha diseñado un breve decálogo para identificar las conductas peligrosas y que deben ser corregidas lo antes posible.
Identificar si los hijos tienen alguno de un decálogo comportamientos en los que concuerdan varios expertos es un primer diagnóstico para corregirlo. Entre más tarde, más difícil es modificar el caracter.
1. Todo es motivo de berrinche
Las pataletas, llantos y gritos en casa y frente a alguien más es la forma más notable de que un niño está consentido, no se trata de que no se le de lo que quiere, sino que se sepa identificar qué necesita realmente y los padres se hagan ver como una autoridad frente a los menores.
2. Nunca se conforma con nada
La mayoría de las veces los niños mimados nunca se sienten satisfechos con lo que tienen y siempre quieren más. Inclusive, si ven que alguien tiene algo que ellos no, hacen lo imposible para obtenerlo.
3. Es manipulador/a
Si un hijo desobedece e intenta controlar las decisiones y acciones de los padres, es un claro indicio de que no tiene respeto por los adultos y -por el contrario- los ve como sus iguales.
4. Te avergüenza en público
Los niños muchas veces hacen cosas que no saben si están bien o están mal, simplemente las hacen por impulsos, hasta en eso hay márgenes de normalidad. Si un hijo lo hace a sabiendas de que está mal, entonces su objetivo principal es llamar la atención.
5. Es egoísta
Los niños malcriados suelen no querer compartir sus cosas, inclusive con sus hermanos. Esta actitud es común y normal durante los primeros años de la vida, pero si ya pasa de los cuatro años y sigue actuando de la misma forma se deben tomar serias cartas en el asunto.
6. No ayuda en la casa
A ningún niño le gusta limpiar y recoger lo que ha tirado, pero si se niega a hacer pequeñas tareas como acomodar sus juguetes o limpiar un poco su cuarto es un signo inequívoco de que está malcriado.
7. Hay que implorarle
Los padres o las figuras que están a cargo de los menores deben ser un sinónimo permanente de autoridad y, por tanto, tiene que obedecer lo que se le pida le guste o no. Padres y mayores a cargo deben hacer valer sus decisiones sin tener que rogarle.
8. Es como si no estuvieras
Si tu hijo, la mayor parte del tiempo, pasa por alto tus órdenes actúa, a nadie le gusta escuchar un “no” como respuesta pero a veces es necesario decirlo. Haz que te obedezca.
9. Necesita de otros para hacer las cosas
Es muy fácil darse cuenta que un hijo necesita más atención que otros niños, un signo claro es que después de los cuatro años no juega solo y requiere a un compañero para hacerlo, ya sean los padres, un hermano o vecino.
10. Hay que ofrecerle algo a cambio
Cuando se debe sobornar a un hijo con dulces, juguetes o dinero para que haga las cosas claramente se mal acostumbra a tener un motivo para actuar, en lugar de sólo hacer lo que se le pide.