Técnica publicada en la revista científica Neurosurgery permite que el paciente esté despierto durante la intervención y se comunique con el equipo médico.
La práctica de adormecer a los pacientes para una cirugía cerebral, luego despertarlos en medio de la intervención para, finalmente, volver a adormecerlos a través de la anestesia, podría estar quedando atrás. Así lo reportó una publicación de la revista Neurosurgery, medio del Congreso de Ciruganos Neurológicos, que presentó un estudio sobre la efectividad de la hipnosedación, una técnica de hipnosis que permite mantener despierto al paciente durante todo el tiempo que dura la cirugía cerebral.
La investigación estuvo basada en la evaluación de 37 cirugías destinadas a remover cánceres cerebrales, realizadas entre 2011 y 2015. Los investigadores, liderados por el doctor del Centre Hospitalier Universitaire de Tours, en Francia, Ilyess Zemmoura, creen que la hipnosedación podría ser especialmente valorable en los casos de gliomas más avanzados.
En la llamada craneotomía despierta, los pacientes fueron sedados pero se mantuvieron conscientes, por lo cual podían comunicarse con el equipo médico durante la operación. Con ello, el cirugano puede llegar de manera segura al tumor, sin ocasionar daños al "cortex elocuente", una área del cerebro que es vital para el lenguaje y el movimiento.
La aplicación de la técnica comienza algunas semanas antes de la cirugía, con un encuentro en el que el anestesista/hipnotizador enseña al paciente a crear un lugar imaginario donde se sientan seguros y operativos. Ya en la sala de operaciones, los pacientes fueron puestos en un trance hipnótico, creando imágenes que variaban según el momento de la cirugía.
De acuerdo con la publicación, la hipnosis falló en seis casos, en los que los pacientes fueron sometidos a la técnica habitual de "dormir-despertar-dormir" a través de anestesia. Otros dos pacientes decidieron no utilizar la hipnosedación.
No obstante, en los casos en que la hipnosis se logró, demostró ser un método confiable y reproducible para cirugía despierta, sin dejar impactos sicológicos negativos. Según los investigadores, el éxito del mecanismo se relaciona fuertemente con la motivación y poder de voluntad del paciente, más que con su capacidad de ser hipnotizado. Adicionalmente, la hipnosedación parece reducir los episodios desagradables durante la intervención, relacionados con los momentos en que de mayor ruido o vibraciones.
Los investigadores manifiestan que el mecanismo muestra potencial especialmente para los casos más avanzados de glioma, en que la técnica de "dormir-despertar-dormir" genera más riesgos.