Una leyenda popular afirma que este popular ícono infantil habría sido creado por una diseñadora japonesa, a cambio que le devolvieran la salud a su hija con cáncer terminal.
La simpática y conocida gatita Hello Kitty (el nombre se escribe originalmente con los caracteres japoneses “ハローキティ”, los cuales se pronuncian como HarōKiti) no necesita, a estas alturas, mayor presentación.
Esta gatita blanca, con forma antropomorfa, que no tiene boca y que suele llevar coquetos adornos en su oreja izquierda, es un personaje ficticio creado por la diseñadora Yuko Shimizu en la década de los 70’ del siglo pasado para la compañía japonesa Sanrio, que lo convirtió con el correr de los años en su producto estrella.
Lanzado primero como un monedero en 1974. Posteriormente su figura adornó otros miles de productos como bolsos, cuadernos, peluches y toda clase de artículos portátiles, generando en la actualidad ingresos por más de 250 millones de euros anuales.
Tras el primer diseño realizado por Shimizu, Yuko Yamaguchi se convirtió en la diseñadora oficial de Hello Kitty. Esta misma diseñadora, por cierto, aclaró en una entrevista concedida el 2008 el porqué el personaje no tenía boca. “Es para que la gente que la mire pueda proyectar sus propios sentimientos en ella, ya que tiene una cara inexpresiva. Kitty parece feliz cuando la gente es feliz y parece triste cuando ellos están tristes. Por esta razón psicológica nosotros pensamos que ella no debía estar ligada a una emoción y ese es el motivo porque el personaje no tiene boca”.
¿Pacto con el diablo?
Hasta allí, la historia de Hello Kitty no diferiría de la de otros personajes infantiles, si no fuera porque una suerte de leyenda urbana afirma que detrás de la creación del personaje se escondería el mismísimo diablo.
Esta historia afirma que la hija de la primera diseñadora, Yuko Shimizu (también conocida como Ikuko Shimizu) sufría de un agresivo cáncer de boca que la tenía en estado casi terminal. La madre de la niña, desesperada por mantenerla con vida, habría hecho un pacto con el demonio a cambio de devolverle la salud a su hija.
Sólo debía crear un personaje y una marca que fuera famosa en todo el mundo, a fin de atraer a millones de potenciales seguidores (con cada compra de un artículo temático del infantil personaje, se haría una especie de ofrenda involuntaria al príncipe de las tinieblas). Las dos partes que suscribieron el supuesto pacto, por supuesto, habrían cumplido con lo prometido. El diablo le devolvió la salud a la moribunda menor y la mujer, a su vez, creó un adorable personaje infantil basado en un gato -un animal que desde hace siglos está asociado con prácticas de brujería- que se conocería en todo el orbe como Hello Kitty.
Eso sí, para recordar el calvario por el que había pasado su hija, la diseñadora se preocupó de crear al personaje sin boca.
Shimizu, después de crear el personaje que la haría famosa, sólo permanecería un año en la compañía y en la actualidad existen pocos datos fiables sobre ella.
Los buscadores en Internet y el mismo sitio de Wikipedia sólo entregan una breve reseña profesional sobre su persona, pero no detallan nada acerca de su familia y menos sobre la existencia de una hija que sanó milagrosamente del cáncer.
Por otra parte, si bien muchos afirman que Hello Kitty significaría “Hola, demonio” (Kitty equivaldría a decir “”demonio” en chino), lo cierto es que la palabra en ese idioma para esa denominación es “mó gui”. Y, por último, con respecto al hecho de que el dibujo de Hello Kitty no tiene boca, ello se explicaría por la bien conocida inclinación artística de los dibujantes y diseñadores japoneses de darle originales peculiaridades a sus creaciones (el conocido dibujo animado Pucca no tiene nariz, por ejemplo).
Para otros, en cambio, esta leyenda urbana estaría lejos de ser una patraña. Se dice que varios cultos satánicos se tatúan la palabra Kitty en su piel y en algunos videos que circulan por Internet se vería la imagen de la gatita en algunas de sus misas negras.
Por otra parte, el personaje también ha estado asociado a hechos policiales bastante cruentos, como el que ocurrió en Hong Kong en 1999, cuando un grupo de sujetos violó, asesinó y decapitó a una mujer, ocultando posteriormente la cabeza de la víctima en una muñeca de Hello Kitty. Por supuesto, para la gran mayoría de la gente, historias como esta, que como cualquier leyenda urbana no se encuentra lo suficientemente documentada, no buscarían más que asustar a incautos y crédulos y sólo serían el producto de un “hoax” o un rumor falso que se echa a correr y que gana verosimilitud a medida que se repite.