En lo que puede dar origen a un tratamiento paralelo, la combinación resulta 100 veces más potente que la droga 2-DG, utilizada hasta ahora para ese fin.
Las células madre cancerígenas, que alimentan el crecimiento de tumores fatales, pueden ser eliminadas por una combinación un antibiótico y Vitamina C. Se trata de una nueva estrategia experimental, publicada por investigadores de la Universidad de Salford, Reino Unido.
El antibiótico, la doxiciclina, seguido por las dosis de ácido ascórbico (Vitamina C), fueron sorprendentemente eficaces en provocar la muerte de las células madre de cáncer en condiciones de laboratorio, de acuerdo con la investigación publicada en la revista Oncotarget.
En términos de boxeo, esto sería el equivalente de dos golpes entregados en rápida sucesión: un jab izquierdo, seguido de un cross de derecha.
Los investigadores dicen que su método ofrece una nueva explicación de cómo prevenir que las células cancerosas se conviertan en resistentes al tratamiento y cómo se pueden desarrollar combinaciones terapéuticas para superar la resistencia a los medicamentos.
El profesor Michael Lisanti, quien diseñó el estudio, explicó: "Ahora sabemos que una proporción de las células cancerosas escapan a la quimioterapia y desarrollan resistencia a los medicamentos, establecimos esta nueva estrategia para descubrir cómo lo hacen”.
Explicó la hipótesis de su trabajo: "Sospechamos que la respuesta está en el hecho de que ciertas células cancerosas –a las que llamamos metabólicamente flexibles– son capaces de cambiar su fuente de combustible. Por lo tanto, cuando el tratamiento farmacológico reduce la disponibilidad de un nutriente en particular, las células cancerosas flexibles pueden alimentarse con una fuente de energía alternativa".
Este nuevo enfoque de combinación evita que las células cancerosas cambien su dieta (metabólicamente inflexible), y efectivamente las matan de hambre, impidiendo que usen cualquier otro tipo disponible de biocombustibles.
El equipo del Centro de Investigación Biomédica de la Universidad de Salford, añadió doxiciclina en dosis cada vez mayores durante un período de tres meses, para inducir inflexibilidad metabólica. El resultado fue dejar las células cancerosas vivas, pero severamente atenuadas y agotadas, de modo que serían mucho más susceptibles a la inanición por un segundo "golpe" metabólico.
En primer lugar, los investigadores inhibieron las mitocondrias de las células tumorales, las células cancerosas quedaron restringidas sólo a la glucosa como fuente de combustible; entonces, se llevaron su glucosa, matando de hambre las células de cáncer.
"En este escenario, la vitamina C se comporta como un inhibidor de la glucólisis, que alimenta la producción de energía en las mitocondrias, la fuente de "potencia" de las células”, explicó la co-autora, la Dra. Federica Sotgia.
El equipo de Salford recientemente demostró que la vitamina C era hasta diez veces más eficaz para detener el crecimiento de células cancerosas que los fármacos como el 2-DG, pero dicen que cuando la vitamina C se combina con un antibiótico, es hasta diez veces más eficaz sobre esa cifra, lo que la hace casi 100 veces más eficaz que 2-DG.
Como la doxiciclina y la vitamina C son relativamente no tóxicos, esto podría reducir drásticamente los posibles efectos secundarios de la terapia contra el cáncer.
El equipo de Salford también identificó otros ocho fármacos que podrían ser usados como un "segundo golpe" después del régimen antibiótico, incluyendo la berberina (un producto natural) y una serie de medicamentos baratos no tóxicos aprobados por la FDA.
El profesor Lisanti añadió: "Esta es otra evidencia de que la vitamina C y otros compuestos no tóxicos pueden tener un papel que jugar en la lucha contra el cáncer”.
"Nuestros resultados indican que es un agente prometedor para los ensayos clínicos, y un complemento a las terapias más convencionales, para prevenir la recurrencia del tumor, la progresión de la enfermedad y la metástasis", concluyó.