Debido a la crisis mundial producida por la COVID-19 los robots han comenzado a cobrar protagonismo con el objetivo de ayudar en las laboras de desinfección en los centros sanitarios y hospitales.
La situación en la que se ha encontrado el planeta a causa de la pandemia por la COVID-19 ha hecho que la tecnología sirva de gran aliada para paliar esta crisis. Un ejemplo de ello son los robots autónomos capaces de desinfectar habitaciones.
Nos referimos al caso del Hospital Clínic de Barcelona que ha probado con éxito el primer robot autónomo que desinfecta habitaciones mediante la luz ultravioleta. Gracias a las propiedades de esta luz se consigue eliminar el 100% de hongos y bacterias en un tiempo récord.
Una iniciativa de COVIDWarriors
Según ha informado el hospital barcelonés, este proyecto ha sido llevado a cabo por la asociación COVIDWarriors que, junto al fabricante de robots MIR Robotics, y a MTS Tech se involucraron en este proyecto.
Con esta iniciativa el Hospital Clínic también empezará a estudiar si el robot es efectivo a la hora de desinfectar habitaciones ocupadas por pacientes por COVID-19 o SARS-CoV-2.
La llegada de este robot supone un gran avance en el mundo de la higiene ya que puede reducir los tiempos de las labores de desinfección tradicionales que duraban una media de 48-72 horas.
“Cuando la presión asistencia exige reducir tiempo, es preciso el uso intensivo de gases que son tóxicos en mayor o menor medida para las personas y se precisa como mínimo dos técnicos para descontaminar la sala”, explicaban los responsables del Clínic.
Con este robot, de nombre ASSUM (Autonomous, Sanitary Sterilization Ultraviolet Machine), desinfecta la sala en cuestión de horas con rayos ultravioleta C.
MTS Tech ha equipado al robot con lámparas de luz ultravioleta y este reconoce primero la zona mediante un algoritmo que calcula la distancia, el tiempo estimado y la intensidad adecuada para una limpieza optima. Una vez obtenidos los resultados da comienzo el protocolo de limpieza.
En definitiva, la robótica se ha convertido en una herramienta esencial en muchos hospitales y en ciudades de todo el planeta para poner freno a una pandemia que ha dejado a millones de afectados por todo el mundo. Gracias a estas herramientas han supuesto una revolución en la medicina con el fin de salvar el mayor número de vidas posibles.