El usuario post-pandemia es ahora una persona más consciente de lo que consume, y a su vez, más selectivo al escoger el tipo de estadía que querrá buscar, priorizando las propuestas menos ‘masivas’, más personalizadas y locales.
Como respuesta a las diferentes consecuencias que ha traído la pandemia en las personas y su entorno, los hoteles tienen la oportunidad de fortalecer la forma como atienden a los huéspedes y así ofrecer espacios y ambientes seguros, que garanticen su experiencia y tranquilidad de sus clientes.
Para Natalia Heredia, socia fundadora y directora de Interior1, estudio enfocado en el diseño de interiores, especializado en el desarrollo de espacios hoteleros, corporativos y educativos, “el huésped post-covid viene de un largo confinamiento y trae grandes incertidumbres, por lo que buscará priorizar en su experiencia en seguridad, higiene y tranquilidad en los espacios. Para los arquitectos e interioristas será un reto poder vincular en sus estrategias de diseño, elementos que estimulen los cinco sentidos del ser humano, para hacerlo más confortable y seguro para habitarlo”.
“En los últimos 10 años, los hoteles se han venido transformando en interesantes hubs y propuestas públicas no exclusivas para los huéspedes, donde se pueden encontrar ofertas variadas de restaurantes, cafés, spas y zonas de trabajo compartido entre otros, y ante este momento tendrán que avanzar en este tema para que su oferta sea realmente más fuerte”, explica la vocera de Interior1.
Para que los hoteles adecuen sus espacios en el corto, medio y largo, desde el interiorismo con una oferta segura, atractiva y muy sensible, Interior1, ofrece estas ocho recomendaciones:
1. Touchless – Touchfree: El uso de este tipo de tecnologías hace posible implementar normas y elementos de bioseguridad que le permiten al huésped sentirse seguro. La pandemia aceleró tendencias de tecnología que ya se venían incubando en los hoteles, donde el usuario manejaba varios de los procesos de manera online. Hoy, las estrategias tecnológicas donde el usuario no tenga que tener contacto con superficies, serán claves para las instalaciones de los hoteles, desde el check-in, hasta accesos a habitaciones, circulaciones principales, room service entre otros.
2. Información y señalización: A corto plazo se hará énfasis en la socialización de los protocolos de cuidado con señalización y orientación; los lugares y la forma de circulación seguros serán fundamentales. Esto se mantendrá durante las etapas subsiguientes, pero “Los diseñadores deberíamos enfocarnos en hacer sentir cómodos y seguros a los huéspedes, sin apelar a soluciones que puedan percibirse agresivas o invasivas”, agrega Natalia Heredia.
3. Espacios flexibles: A corto plazo los hoteles tendrán como objetivo principal adecuar los lugares para cumplir con el distanciamiento social, realizar algunas adecuaciones en las cocinas y los servicios tales como buffets; pero más allá de esto, a mediano y largo plazo el foco se concentrará en ofrecer lugares flexibles, que se adapten fácilmente a las nuevas necesidades y gustos del usuario. Los espacios y “amenities” tendrán que evolucionar para atender a un nuevo tipo de usuario. Este nuevo período debería hacer que los hoteles sean conscientes en la búsqueda de lo simple, lo local, lo desmasificado, y lo personalizado.
4. Personalización de espacios: Se están empezando a ver tendencias del huésped personalizado, y los hoteles deberán buscar mejorar su experiencia en los espacios privados como lo son las habitaciones, donde las clasificaciones no sólo serán por la cantidad de personas que lo ocuparán, sino también por su estilo de vida. Los espacios tendrán que poder transformarse para poder realizar las distintas actividades en el transcurso del día y no ser un lugar únicamente para dormir. “Desde el diseño interior, el objetivo estará en enfocarse en espacios y estructuras adaptables para crear experiencias de valor dependiendo del usuario, sus gustos e intereses; el poder encontrar habitaciones que cuentan con esta flexibilidad en el mobiliario, ambiente y recursos adecuados serán primordiales para el usuario post-covid”, explican de Interior1
5. Uso eficiente del espacio exterior: Contar con lugares que promuevan el contacto con la naturaleza será parte de las nuevas necesidades que buscarán las personas. Generar nuevos ‘amenities’ en estas zonas dará gran valor para los huéspedes y usuarios del hotel. Terrazas, antejardines y cubiertas de los edificios existentes se deberán convertir en pulmones verdes de las edificaciones los cuales promueven el bienestar mental y físico de las personas.
6. Materiales y acabados: Partimos de la premisa que el interiorismo se basará, sin dejar atrás la parte estética, en algo mucho más funcional y hacia el confort; menos ‘decorativo’. Tendremos que especificar materiales que sean anti-microbiales, anti-bacterianos, anti-hongos y materiales ‘Self cleaning’ que le permita al usuario sentirse seguro y a su vez sea de muy fácil mantenimiento.
Hoy en día, a nivel global, las grandes marcas de productos de telas, alfombras, pisos laminados entre otros, están trabajando para incorporar materia prima con características especiales, involucrando fibras de cobre, titanio, resinas, sellantes y otros elementos que hacen que el producto cuente con altas propiedades de asepsia y por consiguiente, ésta será la premisa a la hora de especificar.
Hay otros materiales que tienen propiedades antimicrobianas naturales tales como lo son el cobre y el bronce, los cuales serán de gran utilidad para el interiorismo hotelero, ya que además materiales estéticos y llamativos para el interiorismo, esta ha confirmado que dichos son repelentes a virus y bacterias las cuales hacen desvanecer muy eficazmente; otros materiales tales como el corcho, y maderas como roble y pino tienen múltiples cualidades antibacterianas, sostenibles, y a su vez cálidos para involucrar en este tipo de espacios.
7. Ofertas flexibles: Los hoteles, frente a la nueva realidad, deberán repensar sus espacios privados para poder contar con una oferta más flexible y personalizada; ya podemos ver varios ejemplos de hoteles que ofrecen servicios como coworking, oficina por días, estadías largas o personalizadas, entre otros.
8. Desglobalización y propuestas de mercado local: El nuevo usuario buscará un hotel consiente en todo sentido, que logre la sostenibilidad en todas sus estrategias arquitectónicas, espaciales y de servicio, respetando el medio ambiente, su fauna y flora dependiendo de la ubicación del mismo; un espacio que refleje consciencia a la hora de ofrecer todos sus servicios.
Las propuestas gastronómicas y por consiguiente el concepto de diseño interior de los mismos, deberán enfocarse cada vez más, en productos locales, y espaciales; el show/slow/local cooking marcarán la diferencia.
“Estamos desde ya viendo una tendencia muy marcada de des-globalización y desmasificación en el usuario post-covid. Buscaremos generar espacios más pequeños, de menor escala para estar, comer, dormir y compartir. Se le podría llamar algo así como ‘la desmasificación’ de los espacios y servicios. El usuario post-pandemia es ahora una persona más consciente de lo que consume, y a su vez, más selectivo al escoger el tipo de estadía que querrá buscar, priorizando las propuestas menos ‘masivas’, más personalizadas y locales”, concluye Natalia.