Las ideas son las armas con las que Huawei ha luchado para crecer a nivel internacional, pero no basta con tener buenas ideas, se requiere aplicarlas.
Huawei pasó de ser un emprendimiento con capital de 21.000 yuanes, alrededor de 59,000 pesos ( US$ 3.033), a un gigante de la tecnología y líder global de la telecomunicación. Lograrlo requirió liderazgo, pero sobre todo una innovadora filosofía corporativa.
La empresa pasó de tener tres empleados en 1987, cuando Ren Zhengfei fundó la compañía, a 180.000 trabajadores de 165 nacionalidades para finales del 2017, y conecta a más de un tercio de la población mundial en casi 180 países con sus productos y servicios.
“Podemos decir con seguridad que, en casi todos los sitios donde hay personas en el mundo, hay empleados, productos y servicios proporcionados por Huawei”, mencionó Tian Tao en su libro Huawei: liderazgo, cultura y conectividad, donde recopila entrevistas con más de 130 ejecutivos de la compañía para conocer los pasos de la empresa que le permitieron llegar a ser el gigante asiático.
“Huawei representa una nueva estrategia de gestión basada en la cultura de paciencia y humildad, una cultura sustentada en hacer todo lo posible por retrasar una ‘falla casi segura en el futuro’ y un enfoque de lograrlo por uno mismo. Esa filosofía es la confianza total en los trabajadores”, dijo Tian Tao.
El ingrediente secreto
Las ideas son las armas con las que Huawei ha luchado para crecer a nivel internacional, pero no basta con tener buenas ideas, se requiere aplicarlas. Para lograrlo, es necesario liberar el potencial de los empleados, crear una filosofía de gestión empresarial que permita que los trabajadores liberen su mente y miren hacia el futuro.
En una ocasión Ren Zhengfei comentó que liberar el potencial de los trabajadores le tomó 20 años, y que “así como los átomos de uranio liberan una enorme energía nuclear bajo el bombardeo de neutrones, cada empleado de Huawei es un átomo que, impulsado por nuestros valores fundamentales, tiene el potencial de generar una cantidad asombrosa de fuerza”.
Para la empresa, los empleados no son sólo trabajadores, son accionistas. De los 180.000 colaboradores, 80.000 tienen acciones de la compañía y Ren Zhengfei sólo conserva 1,4% de acciones, lo que significa que la organización es “100% propiedad de los trabajadores”.
Estas acciones forman parte del sistema de compensación de la empresa, que incluye compensaciones monetarias superiores a las de la industria.
Entonces, ¿cuál es la fuerza que impulsa el crecimiento? La respuesta es “una filosofía arraigada en la mente de nuestros empleados: es la atención al cliente, la dedicación y la perseverancia”, agregó.
La filosofía
Tian Tao detalló en el libro que el proceso de formación de la filosofía de gestión empresarial se resume en dos palabras: comprensión y dominio: “El dominio requiere una reflexión constante sobre el éxito y el fracaso”, mientras que la comprensión requiere autocrítica.
“Ren Zhengfei está en contra de manejar el negocio con eslóganes sin sentido, prefiere dirigir a su equipo con un sistema de valores”, afirmó. Cada miembro tiene el mismo conjunto de valores que impulsan el crecimiento empresarial.
Otra parte de la filosofía de la empresa es el progreso gradual, es decir, ser conservador en las acciones a tomar y no estar constantemente a la expectativa de la transformación e innovación disruptiva. “Para asegurar un crecimiento estable, una organización debe apegarse a lo que ha demostrado ser efectivo. Si bien puede ser menos eficiente, los costos que tiene la rentabilidad también son menores. Las empresas que innovan sin propósito persiguen el viento y es probable que colapse en cualquier momento” refirió.
Centralidad en el cliente
Centrarse en el cliente, valorar a los empleados, y mantener un compromiso con la dedicación son para Ren la clave para superar a la competencia. Estos tres pilares están interconectados: “la atención centrada en el cliente establece la dirección de la dedicación; la dedicación es el medio para centrarse en el cliente, y los empleados dedicados impulsan el compromiso a largo plazo”.
Según Tian Tao, Huawei vive y muere a través de la cadena de valor de sus clientes, y su propio valor depende del valor de toda la cadena. Así, para Ren, la compañía obtiene sustento de sus clientes y se moriría de hambre si no los atendiera.
Para el gigante tecnológico, la atención al cliente no sólo es satisfacer las necesidades del cliente, sino desarrollar su satisfacción a largo plazo.
“Nuestra estrategia a largo plazo es hacer que la empresa sea más competitiva en el mercado a través de una mejor calidad de productos y servicios y una mejor capacidad de entrega. Esto nos ayudará a desarrollar y mantener una posición equilibrada entre nosotros y nuestros pares de Occidente”, detalló Ren.
Así, desde el 2010, la centralidad en el cliente, la dedicación y la perseverancia se incorporaron oficialmente a los valores fundamentales de la empresa.
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