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Identificación de los restos de Cervantes potencia el desarrollo turístico de Madrid
Martes, Marzo 17, 2015 - 15:57

Para este año, el pequeño poblado donde nació Shakespeare espera reunir unos US$800 millones por el turismo. Madrid también saca sus cuentas con la feliz confirmación de encontrar los restos del célebre autor de El Quijote.

Siguiendo la idea de El Quijote, quien invitaba a confiar en el tiempo, "que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades", el equipo de expertos que se puso la misión de encontrar la tumba y los restos del creador del personaje, Miguel de Cervantes, alcanzan con éxito su difícil objetivo.

El forense Francisco Etxeberría, curtido en mil batallas como la identificación de cadáveres en fosas comunes de la Guerra Civil española, fue cauto e intentó ser preciso en sus palabras: "Es posible que entre los restos hallados se encuentren algunos de Cervantes", dijo.

Precisó -eso sí- que eran "muchas" las coincidencias y muy "pocas" las discrepancias entre el equipo analista. El innegable profesionalismo científico de Etxeberría lo lleva a decir que la certeza no puede expresarse de manera matemática.

Sin embargo, para el resto de los mortales la situación es algo más simple: entre los restos encontrados, efectivamente hay algunos del reconocido escritor. Lo que complejiza la ecuación exacta es que no hay herederos directos de Cervantes con los cuales hacer pruebas de ADN. Y los de sus familiares directos, al mediar 400 años —a tres generaciones por siglo— impiden una certeza razonable.

Así y todo, lo ocurrido en el convento de las Trinitarias es de indiscutida trascendencia. Historiadores, arqueólogos y forenses potenciaron sus respectivas especialidades, desarrollando un intenso trabajo en conjunto que permitió dar con la localización exacta de los restos de Cervantes.

Se trata de una pequeña reducción de un osario, en el subsuelo de la cripta situada bajo el altar mayor de la iglesia de las trinitarias descalzas de Madrid.

El historiador Fernando de Prado, el investigador Luis Avial y el forense Francisco Etxeberría encabezan esta pléyade de expertos que, como se decía, llevaron a la práctica el consejo quijotesco de "confiar en el tiempo".

Como siempre se supo, el trabajo fue arduo. Obviamente las cosas fueron tomando, además, mayores dificultades. El mal estado de las esquirlas óseas de los seis adultos varones que compartían la fosa no permite identificar a cada una de las piezas, pero sí llegar a la certeza razonable de que los restos del escritor más universal de la lengua castellana, fallecido en Madrid en 1616, están ahí.

A diferencia de otras grandes figuras literarias del mundo como su coetáneo británico William Shakespeare, el alemán Göethe o el francés Molière, el autor de "El Quijote" no cuenta con una tumba que le recuerde.

Por ello, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, dijo que el ayuntamiento iba a comenzar profundas conversaciones con el obispado y las monjas trinitarias que viven en el convento para estudiar la posibilidad de abrir la iglesia a la visita turística.

De hecho, esta arista de la gran noticia es claramente trascendente para los intereses de Madrid. Ejemplos hay muchos. Sin ir más lejos, es posible pensar en los casos ya citados de las otras lumbreras de la pluma mundial.

La pequeña localidad de Stratford Upon Avon, situada al sur de Birmingham, en Reino Unido, rentabiliza muy bien ser el lugar donde nació Shakespeare. Sólo durante 2015 superarán los US$800 millones en visitas turísticas que alcanzan casi los seis millones de personas.

La población del lugar no supera los 30.000 habitantes. La cifra indica sólo los ingresos directos, porque los indirectos son muy difíciles de calcular.

La experta española Marien André, doctora en Economía Aplicada, ha comentado en la prensa local que Madrid puede proyectarse perfectamente en la misma línea que Stratford Upon Avon. "La clave es entender bien el contexto y, además del símbolo, trabajar bien el imaginario de su obra literaria. Cervantes es un recurso de turismo cultural de primer orden mundial, por lo que se ha de tener mucho cuidado en cómo se convierte el recurso en producto”, advierte.

El año pasado la propia alcaldesa de la ciudad hacía estimaciones en ese sentido. "Hallar la tumba de Cervantes aumentaría el patrimonio cultural y el turismo de Madrid", decía a la prensa en octubre. "Cervantes es fundamental para la ciudad, de cara a potenciar la cultura y el turismo. Somos una potencia cultural y la llegada de visitantes es muy importante para nosotros", subrayó.

Por ello es que no resulta sorpresivo lo que ha manifestado este martes, al saberse la feliz noticia. Todo era cosa de tiempo, que como decía El Quijote, "suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades"

 

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