El glioblastoma es el cáncer más agresivo del sistema nervioso.
Un estudio publicado en la revista Cell Reports, liderado por Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer de Barcelona (IDIBAPS) ha demostrado la implicación de una proteína en la radioresistencia de las células tumorales del glioblastoma.
Según los autores, la desactivación de esta proteína hace que las células tumorales progresen hacia un subtipo más agresivo y resistente al tratamiento con radioterapia.
El glioblastoma es un tipo de tumor del sistema nervioso central de baja prevalencia pero muy agresivo y para el que no hay cura. Es un tipo de cáncer muy heterogéneo. En función de sus características epigenéticas y de expresión génica, los glioblastomas adultos se pueden clasificar en cuatro subtipos diferentes. Uno de ellos, llamado mesenquimal, es el que presenta el peor pronóstico, con una mayor resistencia a la radioterapia y una supervivencia más baja.
Resistencia a los tratamientos
Los glioblastomas tienen una gran tendencia a evolucionar de un subtipo hacia otro y estos cambios están relacionados con la adquisición de resistencia a los tratamientos. La diferenciación mesenquimal es la transición más frecuente y, aunque se conocen algunos de los mecanismos que promueven este cambio en las células tumorales, se desconoce por qué vías se podría bloquear.
"Descifrar los mecanismos moleculares que controlan la diferenciación mesenquimal tiene un interés crucial para entender tanto la evolución natural del glioblastoma, como la adquisición de resistencia a los tratamientos", explica Núria de la Iglesia, coordinadora de la investigación.
En el estudio, los investigadores, mediante estudios in vitro e in vivo, han identificado una proteína que está muy expresada en los subtipos menos agresivos y que inhibe la transición hacia el subtipo mesenquimal. "Esta proteína tiene la capacidad de inhibir la radioresistencia", señala de la Iglesia. Además los resultados indican que esta proteína podría tener una función similar en otros tipos de cáncer.
"El estudio representa un punto de partida para el diseño de herramientas diagnósticas que predigan la respuesta al tratamiento con radioterapia en glioblastoma. Además, proporciona una diana terapéutica para resolver la radioresistencia en este tipo de tumor y, posiblemente, por otros tipos de cáncer", concluye la coordinadora.