Hace tres años, ex alumnas de la b-school inglesa dieron cuenta de la falta de una organización exclusiva para mujeres que buscaban elevar sus carreras. El éxito ha sido tal que la red busca globalizarse, incluyendo experiencias masculinas y voluntariado.
“He experimentado de primera mano los beneficios de estas redes”, cuenta Leila Guerra, licenciada en Derecho. Recuerda que fue en 2007 cuando recibió una beca para estudiar un Executive MBA, una oportunidad que no tenía considerada en su momento. Durante dos años conoció modelos a seguir, recibió tutorías, adquirió nuevas habilidades e incluso se convirtió en tutora, dando inicio a su vida laboral en la Educación Superior.
Lo cierto es que todo esto se dio gracias a las redes que le brindó el entorno universitario. “El máster ciertamente fue un acelerador para mi carrera, pero la red fue instrumental para abrir mi mente a opciones que ni siquiera había considerado, y hacer conexiones que aún se mantienen en el tiempo”, asegura.
Hoy es decana asociada de programas de la Imperial College Business School (ICBS) y al llegar a este cargo se dio cuenta de cómo estas redes han evolucionado abarcando nuevas aristas y objetivos.
Fue hace tres años cuando ex alumnas del Full-time MBA se reunieron con personal de la b-school ubicada en Londres, Inglaterra, para discutir respecto a la inexistencia de una red netamente femenina en la que egresadas pudiesen compartir experiencias, celebrar sus éxitos y aumentar sus contactos profesionales.
“Esta particular red surgió de conversaciones con algunas ex alumnas que estaban interesadas en desarrollar iniciativas y una comunidad que apoyara el desarrollo de las mujeres imperiales como líderes y nosotros estuvimos dispuestos a apoyarlas”, señala Nicola Pogson, directora de Alumni Relations de la ICBS.
Solana es una de las cofundadoras de la Imperial Women’s Network (IWN). “Muchas alumnas estaban persiguiendo interesantes y gratificantes carreras y era evidente que había un agujero en los foros disponibles para los ex alumnos de Imperial para poder compartir sus experiencias”, asegura.
¿Qué podría generar una red de mujeres?
Bajo esta inquietud organizaron un grupo de enfoque con la asistencia de más de 60 profesionales y les pidieron intercambiar ideas sobre seis diferentes preguntas. Y así consideraron todos los comentarios para crear la estructura de lo que es IWN en la actualidad.
Ya con tres años de vigencia, la red se ha ampliado a miembros de diferentes orígenes. Hoy, son 600. “El grupo se ha convertido en un lugar para que mujeres de unas y otras. Nos enorgullecemos de la variedad de eventos organizados para atraer nuevas caras y mantener a las personas comprometidas”, dice Solana, quien hace cinco años es jefa de planificación avanzada en MASECO Private Wealth.
Impulsando el talento
Guerra asegura que es una realidad, en todo el mundo las mujeres están obteniendo más títulos universitarios pero aún así siguen siendo subrepresentadas en las escuelas de negocios y en roles de liderazgo.
“Algunas iniciativas como los programas de becas, han estado tratando de abordar esta brecha desde hace tiempo, pero no es suficiente…Tenemos que rodear a nuestras mujeres fuertes por quienes las inspiran, midelos de roles femeninos o masculinos que puedan mostrar el camino, abordar inquietudes y temores, y una comunidad de apoyo que acelerará su progreso profesional y personal”.
Y agrega: “Necesitamos reflexionar en qué tipo de comunidad formarán parte nuestros estudiantes y cómo esto determinará su futuro y la de las empresas que liderarán. Este tipo de redes son vitales para cambiar el panorama e inspirar a estudiantes tanto masculinos como femeninos a medida que avanzan para tener un impacto en sus empresas y la sociedad”.
La Imperial Women’s Network se ha convertido en una plataforma para atraer el talento femenino y conectarlo en torno a temas concretos y eventos sociales diseñados por los mismos miembros, al igual que su contenido. “Las conexiones personales son tan importantes para construir carreras, obtener mentores y consejos, y por qué no, formar amistades”, menciona Nicola Pogson, directora de Alumni Relations.
El futuro de la red
La cofundadora de la IWN detalla que para cada año académico la comunidad elige un tema en particular que se aborda en tres eventos masivos centrales, los que se complementan con tres eventos sociales más. Así, le dan tribuna a ocasiones informativas y netamente de intercambio de conocimientos y experiencias, que es el foco de la red. Las estructuras, el calendario y las ubicaciones elegidas van variando con el fin de no excluir a nadie.
Sobre los retos de la red, como el tiempo y los recursos, ella responde. “Hay tantas grandes ideas y maneras de ampliar la red, pero todas las mujeres del comité directivo están ocupadas y no hay suficiente tiempo en el día para perseguir todo”.
Recientemente, añadieron dos profesionales a la directiva para ayudar a distribuir la carga de trabajo. Solana asegura que eso debería ser de gran ayuda a corto plazo para continuar logrando éxitos con la red a medida que avanzan. Y es que hacer seis eventos anuales y, además, continuar fortaleciendo las conexiones personales, no es fácil.
Por su parte, la decana de la b-school apunta a la credibilidad que tiene hoy la red gracias a sus eventos y plataforma colaborativa. “Las profesionales son conscientes de que pertenecen aquí, de que podrán hacerlo bien y de que su género no definirá sus oportunidades y desafíos. IWN es un proyecto a largo plazo, con un compromiso amplio para capacitar a las alumnas y apoyarlas a medida que alcanzan su potencial”, asegura Guerra.
En la escuela buscan, además, ampliar el comité directivo de la red a ex alumnos de otras áreas. “Hay muchos alumnos de toda la b-school que pueden tener diferentes perspectivas y desafíos. Pasamos por un proceso formal para voluntarios y nuevos miembros del comité. Sus eventos están funcionando muy bien, sería bueno ver la red globalizada”, concluye Pogson.