La Red Bull Art of Motion es, sin dudas, una de las competencias más populares de la especialidad. Unas 2000 personas disfrutaron la final del evento en la paradisíaca isla Santorini.
Freerunning o parkour, no son lo mismo pero son parecidos. Es una práctica que lleva casi una década en la que sus seguidores inventan variadas formas acrobáticas de desplazarse de un punto a otro, buscando siempre maneras creativas de traslado urbano entre saltos, destrezas físicas y sorpresas.
La idea es que la unión de dos puntos no sea la típica ni la común: lo que puede ser un simple paso entre un escalón y el suelo, en este caso siempre es una forma sorpresiva que desafía las capacidades del cultor.
Durante esta semana la marca RedBull reunió a casi una veintena de los mejores exponentes de esta práctica en la isla griega de Santorini. El paradisíaco lugar, considerado como La Meca del freerunning o parkour, fue testigo de lo que hicieron los representantes de doce países.
Aprovechando su característica de tierra volcánica, con las potentes pendientes que eso ofrece, las blancas casas de la población del lugar son "invadidas" por estos deportistas que desafían la gravedad, las alturas y las complejidades de la arquitectura, dando rienda suelta a sus capacidades físicas y a sus creativas formas de expresarlas.
La Red Bull Art of Motion es, sin dudas, una de las competencias más populares de la especialidad. Bajo el criterio de "arte en movimiento" los diferentes competidores marcan pauta en sus distintas rutinas de traslado, paseando sus versiones desde el año 2007 por países tam distintos como Austria, Brasil y Grecia.
Ryan Doyle, la estrella del freerunning y ganador de la primera competencia, subraya que lo más importante en esta práctica es participar, más que ganar. "Es más bien una exhibición de diferentes estilos, el público es el verdadero ganador. Aquí no hay perdedores, no se trata de 18 personas compitiendo entre sí, sino que de 18 freerunners enfrentándose al recorrido en cada ocasión; es casi como si fueran 18 torneos distintos", destaca.
Pero como el evento sí entrega un primer lugar, Santorini -que reunió a unos 2000 personas- no fue la excepción: el ganador fue el crédito local Dimitris Kyrsanidis, quien se adjudicó la versión 2014.