Una prolongación del clima tenso originado en una iniciativa para modificar el generoso sistema de retiro del país amenaza con mantener limitadas la confianza empresarial y la inversión el próximo año, dijeron economistas.
Buenos Aires.- La incertidumbre política sobre los próximos planes de reformas en Brasil continuará oscureciendo el panorama de la mayor economía latinoamericana, mostró un sondeo de Reuters entre analistas publicado el lunes.
Una prolongación del clima tenso originado en una iniciativa para modificar el generoso sistema de retiro del país amenaza con mantener limitadas la confianza empresarial y la inversión el próximo año, dijeron economistas.
El crecimiento económico de Brasil fue estimado en 1,0% para fin de 2019, de acuerdo con la mediana de las estimaciones de 40 analistas encuestados del 2 al 11 de julio, la mitad de la tasa prevista en abril y el tercer recorte en la previsión de este año, en línea con otros sondeos.
La estimación para 2020 fue rebajada a 2,2% desde 2,5% en la encuesta de abril, indicando preocupaciones de que la reciente fricción política pueda repetirse.
El proyecto de modificación de las jubilaciones está avanzando en el Congreso tras enfrentar una fuerte oposición, pero las ideas de reformas impositivas y privatizaciones del presidente Jair Bolsonaro podrían afrontar desafíos similares.
“Completar el ajuste fiscal deberá tomar varios años, requiriendo un compromiso incesante”, dijo Laiz Carvalho, una economista de Santander Brasil.
Esas propuestas serán lanzadas en breve, sostuvieron funcionarios este mes. “Los riesgos se refieren a la incertidumbre de la administración para conseguir apoyo para aprobar la legislación”, dijo Gustavo Rangel, economista jefe de ING para América Latina.
“Una mejora sólida del crecimiento económico no se verá hasta el último trimestre de 2019, y el crecimiento de 2020 también podría verse comprometido”, dijo Carvalho.
Preocupaciones por México. El alineamiento del ministro de Economía Paulo Guedes con Bolsonaro ha sido un factor clave para impulsar su reformas. Este no fue el caso en México, donde un secretario de Hacienda moderado renunció citando “extremismo” en la política económica.
La defensa de la disciplina fiscal por parte del ahora exfuncionario Carlos Urzúa era vista como un punto favorable del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, que frecuentemente sorprendió a los mercados con decisiones inesperadas.
Inicialmente, su salida perturbó a los mercados domésticos. Sin embargo, aún está por verse en qué modo esto podría afectar a la economía mexicana. El sondeo de julio proyectó un crecimiento de 1,4% y 1,8% en 2019 y 2020, respectivamente, levemente menor que en la encuesta de abril.
“Las políticas económicas del presidente Obrador han hecho poco hasta ahora para alentar nuevas inversiones en la economía mexicana, ya sea de fuentes domésticas o internacionales”, dijo Beata Caranci, economista jefa de TD Economics.
La renuncia de Urzúa “ciertamente se suma a las crecientes preocupaciones en ese frente”, agregó, notando que el desafío más acuciante para López Obrador será convencer a los inversores de que el gobierno continúa con una posición fiscal sólida.
Para Argentina, los pronósticos de una contracción económica de 1,5% en 2019 seguida de una recuperación de 2,2% el próximo año mostraron pocos cambios desde el sondeo de abril. Las estimaciones de inflación para cada año se incrementaron en más de tres puntos porcentuales, a 49,1% en 2019 y 28,6% en 2020.
“Las políticas fuertemente contractivas en materia fiscal y monetaria que exige el programa del FMI no permitirán un fuerte rebote de la actividad para los próximos años”, dijo Juan Solá, un economista de la consultora Elypsis.