El país tiene uno de los precios más bajos de energía solar del mundo y su compromiso en París para reducir sus emisiones fue elogiado. Pero sin planes de renunciar al carbón, las emisiones van en aumento.
En los últimos años, India ha sido muy elogiada por su compromiso con las energías renovables. Desde la firma del Acuerdo de París en 2015, la quinta economía del mundo ha multiplicado casi por nueve su capacidad solar y se ha comprometido a reducir radicalmente sus emisiones. Sin embargo, al mismo tiempo, el país sigue dependiendo de combustibles fósiles altamente contaminantes.
"A pesar de los avances en el aumento de sus capacidades en energías renovables, India todavía no ha desarrollado una política para eliminar gradualmente el carbón”, critica Tarun Gopalakrishnan, del Centro para la Ciencia y el Medio Ambiente, en Nueva Delhi.
De hecho, el gobierno espera añadir otros 64 gigavatios de capacidad de plantas de carbón a su sistema en la próxima década.
India privatiza su industria del carbón
En junio, el Primer Ministro indio, Narendra Modi, anunció que permitiría la explotación comercial de 41 (en la actualidad 40) minas estatales de carbón a empresas privadas, por primera vez desde la década de 1970.
La decisión forma parte de la campaña gubernamental "India autosuficiente”. Modi subrayó que, a pesar de ser el segundo productor mundial de carbón, India también es el segundo importador del combustible fósil.
"Un país joven y emergente, y un actor global, como India, no lo hace bien si tiene que depender de las importaciones para una necesidad tan básica como el suministro energético”, lamenta Bharath Jairaj, director del programa de energía del Instituto de Recursos Mundiales.
Los expertos en clima se muestran preocupados. La minería del carbón se contradice con el enfoque indio para reducir sus emisiones de carbono. Además, algunas reservas de carbón están situadas bajo bosques muy antiguos, considerados zonas forestales protegidas.
"Abrir las minas de carbón a actores privados no va en la dirección del compromiso indio de aumentar la cobertura forestal”, critica Gopalakrishnan en conversación con DW.
La creciente demanda energética india
India tiene una de las emisiones per cápita más bajas del mundo, y cientos de millones de indios siguen sin tener un acceso fiable a la electricidad. Según el Proyecto Global del Carbono, un estadounidense medio utiliza 10 veces más energía que un ciudadano indio medio.
Sin embargo, con una población de 1.400 millones de habitantes, India es el tercer país con más emisiones de carbono del mundo, detrás de China y EE.UU.
Millones de indios no tienen acceso fiable a la electricidad. Conectarlos a todos a la red eléctrica aumentará las necesidades eléctricas del país.
Con la población y la economía del país tendiente a seguir creciendo, y con un número cada vez mayor de ciudadanos conectados a la red, se prevé que la demanda energética se triplique para 2040, y que las emisiones del sector eléctrico aumenten casi un 80 por ciento durante el mismo período, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Los defensores del carbón argumentan que un país en desarrollo con mayores necesidades energéticas, como India, no está preparado para que las energías renovables sustituyan por completo al combustible fósil.
"A medida que sigan creciendo las necesidades de energía en India, el carbón siempre será una parte importante de la matriz energética del país”, señala un portavoz de Coal India Limited, la empresa minera estatal. "El carbón es barato y está bien establecido y es la razón por la que India quiere expandir sus operaciones mineras”, añade.
Las minas de carbón tienen efectos devastadores en el país.
Sin embargo, el gobierno también ha impulsado el sector de las energías renovables en su agenda.
Según la AIE, la energía solar india es ahora casi un 75 por ciento más barata que la energía procedente del carbón. El sector ha recibido inversiones por valor de 2.500 millones de euros (unos 3.000 millones de dólares) en 2019. Asimismo, India obtuvo cuatro de los cinco mayores acuerdos de energía renovable del mundo, según un informe de la Escuela de Fráncfort, un centro de estudios colaborativo del PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) centrado en soluciones climáticas, que involucra al sector financiero privado.
Se felicitó a India por sus ambiciosos objetivos en el Acuerdo de París sobre el Clima. Estos objetivos, según Climate Action Tracker (rastreador de la acción climática), son los únicos consistentes con el compromiso de mantener el calentamiento global dentro de los dos grados centígrados.
Pero Bill Hare, de Climate Analytics, una de las organizaciones detrás de Climate Tracker, dice que la evaluación de estos objetivos no tiene en cuenta la política interna india y que los objetivos "cada vez están más alejados de la realidad”.
"La continua expansión de la producción de carbón en India no está en consonancia con el acuerdo de París, y el carbón tendría que ser eliminado con relativa rapidez, para 2040”, dice Hare.
Inversión en infraestructuras renovables
Instalaciones como el vasto Parque Solar de Gujarat de 1.000 MW han ayudado a reducir el coste de la energía solar en India. Pero hasta ahora, no han logrado sacar el carbón del mercado.
India se comprometió en París a generar el 40 por ciento de su electricidad a partir de energías renovables para 2030. Hoy, a falta de una década, esta cuota ya es del 36 por ciento.
Sin embargo, actualmente solo se puede utilizar una fracción de esa capacidad porque India no dispone de la infraestructura de red y almacenamiento para explotar adecuadamente el rendimiento fluctuante de la energía solar y eólica.
Karthik Ganesan, un investigador del Consejo de Energía, Medio Ambiente y Agua de Nueva Dehli, señala que los precios de la energía solar no son tan bajos como parecen.
"Si se incluyen los costes de almacenamiento, es probable que el precio unitario de la energía solar sea más elevado que el del carbón”, aclara Ganesan, añadiendo que la energía solar no reemplazará a la del carbón hasta que pueda ser almacenada a un costo razonable.
"La energía solar y el carbón no están en curso de colisión en este momento”, afirma.