India es el tercer país en registrar más de 2 millones de infecciones, pero tiene una tasa de letalidad relativamente baja del 1,9%, en comparación con el promedio mundial del 3,5%.
Las muertes por COVID-19 en India superaron las 50.000 el lunes, cinco meses después de que el país informara de su primera muerte de este tipo, ya que los trabajadores migrantes regresaron a las principales ciudades con la esperanza de recuperar el trabajo después de la flexibilización de las restricciones antivirus.
Cientos de trabajadores migrantes del campo que habían abandonado la capital, Nueva Delhi en masa después de perder sus trabajos en un cierre nacional en marzo, regresaron en autobuses el lunes y tuvieron que esperar en filas para pruebas rápidas de COVID-19.
Los que dieron positivo fueron enviados a centros de cuarentena, mientras que al resto se les permitió salir de la concurrida terminal de autobuses interestatales de la ciudad con su equipaje. Casi todos llevaban máscaras o se tapaban la nariz y la boca con bufandas o pañuelos, aunque en el campo estas medidas de lucha contra los virus se han vuelto difíciles de aplicar y la tasa de infección ha aumentado.
El segundo país más poblado del mundo, registró 57,981 nuevas infecciones por coronavirus en las últimas 24 horas, elevando el total a 2,65 millones, mientras que 941 muertes adicionales elevaron el número total de muertes a 50,921.
India es solo el tercer país, detrás de Brasil y Estados Unidos, en registrar más de 2 millones de infecciones, pero tiene una tasa de letalidad relativamente baja del 1,9%, en comparación con el promedio mundial del 3,5%.
India realizó más de 730.000 pruebas para COVID-19 en las últimas 24 horas, dijo el Consejo Indio de Investigación Médica estatal.
El objetivo declarado del gobierno es realizar 1 millón de pruebas al día, aunque los expertos dicen que la tasa sigue siendo demasiado baja para un país en expansión de 1.300 millones de personas. También aumentan los temores sobre la gran dependencia de la India de las pruebas rápidas de antígenos que tienen una alta tasa de falsos negativos.
India ha estado registrando al menos 50.000 nuevas infecciones por día desde el 30 de julio, ya que la enfermedad se ha propagado desde las principales ciudades como Mumbai y Delhi hacia el interior empobrecido de estados densamente poblados como Uttar Pradesh y Bihar.