De acuerdo con la Encuesta Global de Construcción 2017, elaborada por KPMG International, sólo 48% de los directivos indican que sus compañías han desarrollado una estrategia de análisis de datos y tecnología.
El 25% de los líderes de la industria de la construcción confían en la capacidad de su sector para cumplir con los proyectos en tiempo y dentro del presupuesto; es momento de evaluar nuevamente el enfoque hacia el desempeño eficaz de los principales planes, de acuerdo con los resultados de la Encuesta Global de Construcción 2017. Hazlo o destrúyelo. (Make it, or break it – Global Construction Survey 2017), realizada por KPMG International, red global de firmas profesionales que proveen servicios de Auditoría, Impuestos y Asesoría.
En su 11ª. edición, la encuesta recopila la opinión de más de 200 directivos de la construcción a nivel global (propietarios de proyectos y compañías de ingeniería y construcción), una industria a punto de reinventarse al tomar en cuenta tres factores principales del desempeño en un proyecto: gobierno, gente y tecnología.
“Aunque los resultados de la encuesta apuntan hacia la madurez de una industria por la disrupción, por un lado vemos directivos muy optimistas y por el otro compañías con una clara visión a futuro, consientes indudablemente del tamaño de la recompensa”, indicó Alejandro Ruiz, Socio Líder de la Industria de la Construcción de KPMG en México.
Nuevas reglas para una nueva generación de trabajadores de la construcción
Hoy, 37% de la fuerza laboral en el sector es representada por millennials, volumen que ahora excede en número a los baby boomers (23%), lo que evidencia que el enfoque tradicional en controles estrictos y técnicos podría no ser el apropiado para el correcto desempeño de esta generación, esta tendencia generacional es también evidente en México.
Ante esta tendencia, solo 40% de los encuestados han formalizado controles “flexibles”, para promover más que para instruir un buen desempeño. “Todo esto apunta a una necesidad urgente de racionalizar el número y grado de controles, tener un sistema más manejable que los usuarios de todas las generaciones estén en posibilidad de utilizar de manera eficaz” indicó Alejandro Ruiz. “En México, en el pasado la industria se preocupaba por reforzar su gobierno, administrar los riesgos y mejorar los controles, así como en mejorar la calidad y seguridad de los proyectos; y en ese afán por ser estrictos y sistemáticos, hemos dejado de considerar el elemento humano. Las reglas y procedimientos solo resultan tan buenos como la gente que los administra”.
Listos para un avance digital
En 2017, la encuesta descubre a una industria muy entusiasmada con el potencial de la tecnología, aunque aún cautelosa sobre dónde invertir para obtener el efecto óptimo.
De acuerdo con los resultados, 92% de los encuestados considera que la tecnología y/o la innovación cambiarán significativamente su negocio, pero tan solo 5% ve a sus organizaciones como “vanguardistas” en términos de su madurez tecnológica. Y, menos de 1 de cada 10 están haciendo uso de innovaciones de rutina como las plataformas móviles, análisis de datos avanzados, así como la robótica y mano de obra digital.
Fuente: Encuesta Global de Construcción 2017. Hazlo o destrúyelo. (Make it, or break it – Global Construction Survey 2017).
El conservadurismo inherente de la industria es lo que está retrasando sus esfuerzos por hacer frente a la complejidad de los actuales proyectos: “Los que eligen invertir en las tecnologías disruptivas correctas tienen la oportunidad de lograr un crecimiento masivo en el desempeño, aunque la encuesta arroja que los participantes de la industria muestran mucho entusiasmo por la revolución digital, pero emprenden pocas acciones para impulsarla”.
Como mayor evidencia de su lenta respuesta ante la disrupción, menos de la mitad de los encuestados (48%) indican que sus compañías han desarrollado una estrategia de análisis de datos y/o de tecnología.
Cerrando la brecha hacia el desempeño
Aunque otros sectores han tenido éxito al incrementar la productividad en las últimas décadas, la construcción se ha mantenido en gran medida. Los resultados sugieren que tanto las compañías constructoras como los propietarios necesitan considerar más al gobierno, la gente y la tecnología.
“No se trata únicamente de mejorar los factores de gobierno, capital humano y tecnología; sino también de considerar los espacios que hacen falta entre ellos. La estandarización y optimización son metas valiosas, pero es poco probable que por sí mismas cambien la dirección. El principal reto para el sector está en mejorar la interacción de estos tres factores y así obtener los beneficios de la tecnología en todos los proyectos”, concluye Alejandro Ruiz.
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