Entre las propuestas más polémicas están las de nuevos tributos sobre las exportaciones adicionales de petróleo y carbón, mayores tarifas sobre los dividendos de las empresas y la eliminación de exenciones tributarias.
Bogotá. Una reforma tributaria que tramita el Gobierno de Colombia ante el Congreso tendría un fuerte impacto negativo en la actividad económica y en la inversión de las empresas de la industria extractiva y en el sector de turismo, lo que afectaría la recuperación económica, dijeron el lunes dirigentes gremiales.
El proyecto fiscal planteado por el presidente izquierdista Gustavo Petro busca elevar el recaudo de impuestos en 25 billones de pesos adicionales (5.700 millones de dólares) en el 2023 y duplicar ese monto al finalizar su mandato, en 2026, cruciales para financiar proyectos sociales con el propósito de reducir el hambre y la desigualdad.
Entre las propuestas más polémicas están las de nuevos tributos sobre las exportaciones adicionales de petróleo y carbón, mayores tarifas sobre los dividendos de las empresas y la eliminación de exenciones tributarias, además de un aumento en las tarifas para las personas de mayores ingresos.
Pero la semana pasada, Petro dijo que está dispuesto a dialogar para fortalecer y mejorar el proyecto tributario.
El presidente de la privada Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), Francisco Lloreda, dijo que la reforma tributaria pone en riesgo la viabilidad de muchos proyectos de exploración y producción de hidrocarburos en el país y la autosuficiencia energética.
"La sumatoria de los impuestos ahí contemplados (...) lo que implica es que esta industria terminaría pagando más del 24% de la reforma tributaria y esto significa también un incremento en la carga tributaria del 65% al 80%", precisó.
Petro, un economista de 62 años, advirtió que no se firmarán nuevos contratos de exploración petrolera, en busca de caminar hacia una transición energética.
Pero los nuevos tributos podrían impactar incluso los minerales que produce el país, necesarios para la transición energética, dijo el presidente de la Asociación Colombiana de Minería, Juan Camilo Nariño.
"Un sector económico no puede recargar sus cargas tributarias a esos niveles porque compromete la generación de empleo, compromete las inversiones que el sector tiene que hacer hacia adelante para mantener los encadenamientos productivos, para mantener toda la estabilidad social y energética del país", afirmó.
A su turno, Paula Cortés, presidenta de la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (ANATO), advirtió que la propuesta de elevar el gravamen a los paquetes turísticos y tiquetes aéreos podrían echar a pique la recuperación del sector después de la crisis provocada por la pandemia de coronavirus.
"Eso no dinamizaría la industria turística en Colombia, que es lo que queremos hacer y lo que hemos hablado con este Gobierno", dijo la ejecutiva. "Al pasar a quitar los incentivos tributarios en materia turística pues no veríamos una reactivación rápida".
El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, revisó a mediados de agosto a la baja la proyección de crecimiento económico oficial para el próximo año a un 2,2%, desde un objetivo previo de 3,2% y lejos de la meta para este año, de un 6,5%.
No obstante, el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, Jorge Bedoya, aplaudió la decisión del Gobierno de no elevar el impuesto sobre las ventas o IVA, pero consideró que otras reformas como una laboral que se vislumbra para el próximo año podría acarrear problemas.
