Un volumen nada despreciable de la madera que produce el país se exporta con un escaso valor agregado y a precios sensiblemente inferiores a otro tipo de derivados porque la capacidad industrial que tiene el país para procesar esa materia prima hoy es relativamente baja.
Largas colas de camiones con rolos de pinos, eucaliptos o montañas de chips en la cercanías del puerto de Montevideo son una postal recurrente de los accesos a la capital del país.
Un volumen nada despreciable de la madera que produce el país se exporta con un escaso valor agregado y a precios sensiblemente inferiores a otro tipo de derivados porque la capacidad industrial que tiene el país para procesar esa materia prima hoy es relativamente baja.
La madera aserrable no es procesada por las plantas de celulosa del país porque esa industria consume árboles más jóvenes de menor diámetro y solo de eucaliptos.
Sin embargo, en los últimos meses una serie de iniciativas de inversores privados para desarrollar proyectos industriales ilusionan con un cambio de esa realidad.
El departamento de Treinta y Tres será uno de los anfitriones del desarrollo de la industria maderera con dos iniciativas en su polo industrial ubicado sobre ruta 19. El pasado 1º de junio la comuna de ese departamento firmó un comodato por 30 años con la firma EF Asset Management Administradora de Fondos de Inversión SA (Bosques del Uruguay IV) y Agroempresa Forestal(AF) para la instalación de una planta maderera que demandará una inversión US$ 6 millones para la fabricación de láminas de madera.
El intendente Mario Silvera destacó que ese proyecto permitirá la generación de 60 empleos permanente para su departamento. Se espera que este proyecto esté operativo en aproximadamente un año.
Por otro lado, habría otro proyecto de mayor porte que ya está encaminado para también instalarse en ese polo industrial. Se trata de una iniciativa de la firma española de tableros contra champados Garnica, que ya tiene un acuerdo con Bosques del Uruguay para que le suministre la madera. El proyecto de inversión de esa compañía es de unos US$ 20 millones.
Fundada en 1941, Garnica cuenta con siete plantas industriales en España y Francia, tiene una plantilla de 1.200 trabajadores, factura más de US$ 350 millones por año y exporta 650 clientes en 45 países, según su sitio web.
Además, en Rivera, un operador relevante del sector forestal uruguayo de capitales nacionales también tiene encaminado un proyecto industrial para un aserradero de madera de pino en Rivera, uno de los departamentos del país con más área de árboles forestada con esa especie.
A esto hay que sumarle la ampliación del aserradero Frutifor Lumber Company (ex Urupanel) en Tacuarembó que demandó una inversión de US$ 22 millones. La compañía Arboreal pondrá en marcha en octubre de este año la producción de mass timber (material de construcción compuesto por capas de madera de grado estructural) con tecnología de madera laminada cruzada (CLT por su sigla en inglés) que permitirá construir en madera edificios de gran altura. Procesará en una primera instancia un 30% de la madera, elevando el valor de las ventas a más de US$ 105 millones, de acuerdo a lo proyectado por la empresa.
Englobando ambos grupos, el emprendimiento hoy emplea a 200 personas y sumará alrededor de 50más al abrirse la nueva planta de CLT.
El CEO de Agroempresa Forestal (AF) y vicepresidente de la Sociedad de Productores Forestales, Francisco Bonino, dijo a El Observador que el 2022 se encamina a ser un año de quiebre y de "cambios importantes" para la industria del sector por el desarrollo de distintos proyectos de inversión para procesar la madera aserrable que tiene el país.
La diferencia de valor entre una madera con valor agregado y la bruta no es trivial. Por ejemplo, el m3 (metro cúbico) de madera aserrada de eucalipto que exportó el país durante el semestre enero-junio se ubicó en US$ 537 con un incremento de valor de 21% respecto a igual período del año pasado, mientras que la de pino promedió US$ 281 por m3, según Panorama Forestal.
En tanto, los rolos de eucaliptus que se exportan a China o Vietnam se comercializan a unos US $130 por m3, pero el flete marítimo se queda hoy con el 60% de ese valor, mientras que los chips de eucaliptus promediaron unos US$ 102 por tonelada durante el primer semestre.
FOTO DE LAS EXPORTACIONES
Durante el primer semestre del año, la exportación de celulosa del país aumentó 20% y llegó US$ 776 millones. Según Uruguay XXI, el aumento se explicó únicamente por mejores precios, ya que las toneladas exportadas se redujeron frente a 2021.En el caso de la madera, las exportaciones se mantuvieron estables (+1%) durante el primer semestre con ventas por US$307 millones.
Consultado sobre las perspectivas para el segundo semestre, Bonino indicó que está un “poco dispar”, con una perspectiva de buenos precios para la celulosa pero algo más lento para el caso de la madera bruta.
En ese sentido, el empresario indicó que desde mayo y junio prácticamente no se pactan embarques de pinos y eucaliptos a China (uno de los principales mercados) producto de las dificultades que ha mostrado la potencia asiática durante el segundo trimestre para contener algunos brotes de covid-19, algo que ha frenado sustancialmente el crecimiento económico del país asiático.
El CEO de AF indicó que el mercado de India se consolidó como una alternativa para colocar básicamente la madera en rolos de pino, un destino que tiene la ventaja de tener un menor costo de flete y mejores precios que China. Por otro lado, también sobresalió como algo novedoso un embarque de rolos de eucaliptus a Finlandia, algo que seguramente esté asociado a la guerra entre Rusia y Ucrania, ya que el primero es un proveedor de madera para la industria finlandesa.
En tanto, en el caso de las tablas de madera de pinos y eucaliptos, el mercado también mostró algunas correcciones en los precios pero aquí existen una mayor diversidad de destinos para colocar esa producción que tiene un mayor valor agregado.
LA CLAVE ES QUE LOS FLETES BAJEN
La fuerte suba de los fletes marítimos se ha transformado hoy en otro obstáculo para la colocación de madera bruta en destinos lejanos como Vietnam o China. “En varios países los costos de los contenedores han comenzado a caer. Que en Uruguay bajen o no será clave para ver si podemos recuperar la continuidad de algunos negocios en ese semestre”, explicó Bonino.
Actualmente, un m3 de pino cotiza a unos US$ 135 puesto en China pero el flete a ese mercado cuesta unos US$ 80 por m3 (60% del precio total). Ese mismo flete hace dos años atrás valía unos US$ 40 por m3. “La gran interrogante hoy es qué pueda pasar con la logística y sus costos”, consideró Bonino.