El informe sobre Talento Mundial publicado por la escuela de negocios IMD muestra también que otros países latinoamericanos también están sufriendo por este tema.
La economía más poderosa de Latinoamérica esta perdiendo su capacidad de desarrollar, atraer y retener el talento que se requiere para triunfar en el mundo corporativo, alerta un nuevo estudio.
El último Informe sobre Talento Mundial publicado por la escuela de negocios IMD muestra que Brasil ha descendido al puesto 57 en un ranking que mide la capacidad de los países de gestionar su flujo de talento. El informe proporciona un análisis anual de la efectividad de los países en desarrollar y mantener el talento necesario en el entorno económico actual.
Sus autores dicen que Brasil, que se situó en el puesto 52 el año pasado, ha descendido este año cinco posiciones, lo que refleja una baja generalizada en todos sus indicadores. El profesor Arturo Bris, director del Centro de Competitividad Mundial de IMD, y que ha llevado a cabo el estudio, dijo: "El simple poder económico no va muchas veces de la mano con el talento".
Y opinó también que "la característica fundamental entre todos los países que figuran en la parte alta de nuestra clasificación es la agilidad, como demuestra su capacidad para conformar estrategias que mantengan el flujo constante de talento. En este sentido, Brasil y otros países latinoamericanos están sin ninguna duda por detrás en comparación con los países más desarrollados".
Pero lo que realmente debería preocupar a Brasil, agrega Bris, es que la situación se está deteriorando significativamente, en lugar de mejorar. No hace falta decir que es preciso revertir esta tendencia.
La clasificación está basada en datos de competitividad que abarcan 20 años, incluida una encuesta detallada con más de 4.000 respuestas provenientes de los 61 países que cubre el estudio.
El estudio se centra en tres categorías: inversión y desarrollo, atractivo, y adecuación. Estas categorías se derivan de una lista más larga de indicadores. Los indicadores empleados incluyen: aprendizaje, educación del empleado, fuga de cerebros, coste de vida, motivación del trabajador, calidad de vida, conocimiento de lenguas, remuneración, y tipos impositivos.
Las categorías principales se agregan dando lugar a un ranking compuesto anual. Adicionalmente, el informe analiza la evolución de cada país en cada uno de los aspectos analizados durante más de una década (en este caso de 2005 a 2015), con el objetivo de identificar los países que son competitivos en talento.
Brasil alcanzó su posición más alta en 2005, cuando se situó en el puesto 28. Desde entonces, dice el estudio, ha sufrido una "caída particularmente dolorosa" en varios de los criterios.
Otras economías latinoamericanas también sufren, con Chile en el puesto 43, México en el 49, Colombia en el 50, Argentina en el 53, Perú en el 59, y Venezuela en el puesto 60. Pese a que México, Chile, Argentina y Colombia han mejorado ligeramente este año, todas las economías latinoamericanas figuran en la parte más baja de la clasificación.
Otros países también han decepcionado: Estados Unidos se sitúa en el puesto 14, Reino Unido en el 21, Francia en el 27 y China desciende hasta el puesto 40.
Suiza, un año más, se sitúa en el primer puesto, seguida de Dinamarca, Luxemburgo, Noruega, Holanda, Finlandia, Alemania, Canadá, Bélgica y Singapur.
El Profesor Bris declaró: "Estos países consiguen de manera estable compaginar talento local con el acceso a talento excelente en otros países. Solamente los mejores pueden mantener su flujo de talento mediante la actualización y la mejora de las habilidades necesarias para responder a los retos económicos y socio-políticos".
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